“Somos el 45%”

El pasado 19 de septiembre, apareció en los titulares : con 55% de votos en contra de la independencia, Escocia sigue siendo parte del Reino Unido. El sentimiento de alivio de muchos se pudo percibir más allá de las fronteras británicas. Sin embargo, como se previó, el tema sigue suscitando el debate. La dimisión inesperada de Alex Salmond (presidente del Scottish National Party y Primer ministro del gobierno escocés) el día después de los resultados paradójicamente le ha dado un nuevo impulso al partido independentista : el número de miembros del SNP pasó de 25.000 a 70.000 en solo una semana.                                   

Más allá de la afiliación al SNP, el sentimiento de amargura ha impulsado a los partidistas del “Yes campaign” a seguir luchando juntos. A través de la “grassroot campaigning” (una campaña sobre el terreno) y del papel determinante de Twitter y Facebook, un movimiento invistió las redes sociales en cuanto se supieron los resultados : el 45%, que obviamente hace referencia al 44.7% de los votos favorables a la independencia. Para The Independent, un diario británico, se trata nada menos que de la nueva “Yes campaign”. ¿Es el 45% una simple versión 2.0 de la campaña del sí ? El término “campaña” implica la idea de una duración limitada en el tiempo, por lo tanto, los observadores políticos proindependentistas prefieren emplear la palabra “movimiento”.

Y sí que hay movimiento. Tarjetas de identificación distribuidas por todo lado, “twibbons” ofrecidos a los usuarios de Twitter, páginas de Facebook y Twitter dedicadas… Mientras que el movimiento en el terreno no surge, en las redes sociales está activo : la cuenta de Twitter suma unos 4.300 seguidores, y a más de 175.000 personas “les gusta” la página de Facebook “Somos el 45%”. Según los organizadores, se está creando una página web y un canal de YouTube.  

Una pregunta delicada se ha puesto sobre el tapete. Decepcionado por los resultados de una campaña a largo plazo, ¿podrá el “45%” conservar su juego limpio y el espíritu pacifista que lo había animado los meses anteriores al referéndum ? Una página de Twitter no oficial igualmente llamada “Somos el 45%” (@maccal1877) reúne 1.800 seguidores (contra los 4.300 en la pagina oficial) y siembra la controversia con sus tweets odiosos : “El 55% ha traicionado a su país”, “Espero que a aquellos del 55% que tienen consciencia les dé vergüenza cuando se levanten esta mañana”, etc… Se hace referencia aquí a las declaraciones de George Osborne, el ministro de Finanzas británico que dijo que quería endurecer la política de austeridad en el país. ¿Las llamadas a la división entre los virtuosos del 45% y los traicioneros del 55% conllevarán a un porvenir desencantador ? La mayoría de los escoceses entienden estas declaraciones, que aunque suenan extremas son minoritarias, y no las consideran inquietantes. Un estudiante interrogado por el periódico declara que “siempre ha habido gente extrema. Y muchos de ellos nos han hecho mucho daño.”

Ante una amargura que a veces raya en el resentimiento, los sindicalistas evidentemente están pidiendo un argumento democrático. Para Murdo Fraser, diputado conservador del Parlamento de Edimburgo y partidario del "no" : "Esto del 45% es un poco triste. El pueblo escocés ha hablado. Quizás a usted no le guste lo que ha dicho, pero ya ha acabado". Gordon Brown, escocés y ex Primer ministro británico del Partido Laborista, también busca el apaciguamiento : "Hay un tiempo para luchar, y otro para unirse". Una opinión bien resumida por Gerry Hassan, un universitario eminente : "En lugar de seguir hablando sobre el 45%, deberíamos entender la motivación de los 55 y hacer hincapié en el hecho de que somos una Escocia y al 100%".

El sábado 27 de septiembre, el llamado del 45%  reunió a unas 3.000 personas, incluidos los gemelos de The Proclaimers y Vivienne Westwood, frente al Parlamento de Holyrood en Edimburgo. ¿El objetivo ? Demostrar que la campaña del "sí" no ha acabado y abogar por la organización de una segunda votación. Este tipo de iniciativas están floreciendo en todo el país. Durante la semana, el “sí” lanzó la donación a bancos de alimentos en respuesta al anuncio de los recortes presupuestarios. En cuestión de horas, George Square, la emblemática plaza de Glasgow y uno de los bastiones de la independencia, se llenó de bolsas de compras. El evento se reprodujo de forma espontánea en muchas ciudades de Escocia tras ser transmitido por las redes sociales. 

"Esto no ha terminado, el sueño no morirá, siempre y cuando haya reuniones de este tipo," fue este el encabezado del editorial del Herald el 28 de septiembre. ¿Puede ya Escocia dirigirse hacia un nuevo referéndum ? Una petición lanzada el 19 de septiembre ya ha atraído a más de 93.000 firmas pidiendo la organización de una nueva votación. Pero la población está cansada e incluso los líderes de la SNP prefieren calmar el debate. Según Nicola Sturgeon, muy probablemente la futura Primer Ministra de Escocia, la idea de un voto actual debe ser excluida. "No son las personas las que dictan el momento para un referéndum, son las circunstancias." Por lo tanto, el 45% probablemente no obtendrá por el momento un segundo referéndum. Sin embargo, las intenciones no disimuladas de David Cameron de dejar la UE y el preocupante aumento del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) en las elecciones podrían ser las circunstancias que den una segunda oportunidad a los escoceses para decidir sobre su destino. Cuando se habla de temas de la independencia o de cualquier otro asunto, el que sabe esperar será recompensado.