Según el Ministerio de la Seguridad Pública de Canadá, el objetivo del certificado de seguridad es despedir a todos los residentes extranjeros que no pueden permanecer en el territorio y que constituyen una gran amenaza para la seguridad nacional. El régimen de los certificados de seguridad fue establecido en 1978, y desde entonces, ha acarreado cada vez más contestaciones, sobre todo entre 1991 y 2005, cuando 27 personas fueron enjuiciadas. La aplicación de este enjuiciamiento va acompañada de importantes incumplimientos de derecho a un juicio justo y equitativo, determinada por convenciones internacionales, y por la carta de los Derechos y de las Libertades canadiense. Las pruebas son, de hecho, parcialmente reveladas al acusado, bajo motivos de seguridad nacional.
Por eso, este último tiene que hacerse cargo de su defensa, a veces sin ninguna idea de los cargos que le imputan. Después de las contestaciones y sobre todo de las reclamaciones de Adil Charkaoui, uno de los cinco hombres de la película, liberado en 2005, la Corte Suprema estudió la constitucionalidad del procedimiento. En 2007, declaró su inconstitucionalidad y dio al gobierno canadiense un plazo de un año para enmendarlo. Es por eso que el gobierno presentó la ley C-3, ley que modifica la ley sobre la inmigración y la protección de los refugiados, introduciendo la participación de un abogado especial, cuyo papel será proteger los intereses de la persona enjuiciada por el certificado de seguridad durante las audiencias a puerta cerrada.
El abogado especial: ¿un mal menor?
“Los abogados especiales son un mal menor. Probablemente ayudaron, pero la persona enjuiciada todavía no sabe porque es acusada, entonces no es un cambio para permitir un proceso criminal conforme.” – Amar Wala
Secretos a costa de la verdad y de vidas humanas
Según el Ministerio de la Seguridad Pública, un resumen no clasificado de su expediente debe ser transmitido a la persona implicada, así como a su abogado, para informarles de la prueba presentada. Este resumen debe contener bastante información para que la persona sea razonablemente informada de las circunstancias que dieron lugar al certificado, pero no debe contener ningún elemento cuya divulgación afectaría, según el juez, la seguridad nacional o la seguridad de los demás. Es principalmente este “bastante información” que plantea problemas. La película de Amar Wala permite ver varios ejemplos de documentos oficiales transmitidos a los acusados, en los cuales hay informaciones “clasificadas”, muchas veces necesarias a la comprensión misma del papel del documento, que han sido cubiertas con negro. ¿Cómo reaccionar ante tal “prueba”?
Entonces, este procedimiento es diferente a la vez de un acto de expulsión tradicional, ya que Ottawa puede mantener el secreto sobre las pruebas invocando la seguridad nacional, y también de un procedimiento criminal clásico. La Corte federal debe, de hecho, determinar si el certificado de seguridad fue entregado con motivos válidos. Si es el caso, el procedimiento de expulsión puede ser establecido. ¿Sobre cuál norma de pruebas se puede basar? De hecho, en estos casos, la norma es diferente y menos apremiante que aquélla aplicada a los procedimientos criminales que obligan el establecimiento de “la prueba más allá de toda duda razonable”, y eso a pesar de la gravedad de lo que está en juego.
El problema que tiene este procedimiento de expulsión se encuentra en sus consecuencias. Canadá firmó la Convención contra la Tortura en 1987. Puesto que algunos de los acusados enjuiciados por el certificado de seguridad están amenazados de tortura o tratos degradantes en su país de origen, es ilegal que Canadá los mande de vuelta en su país. Para Amnesty Internacional, ningún pretexto puede justificar tal expulsión, y si una persona cometió un crimen en violación del derecho internacional, su expulsión de Canadá tampoco debería permitirle escapar a la justicia internacional. Entonces la persona debería ser acusada en Canadá por su crimen, conforme al derecho internacional. Amnesty Internacional también denuncia los incumplimientos en la defensa del acusado.
Uno de los retos se encuentra en la concepción misma que nos hacemos sobre los actos terroristas.
Cuando lo interrogamos sobre el papel de una película para el cambio, Amar Wala responde que “como directores de cine, no controlamos el cambio. La película solamente puede ser un ingrediente del cambio, pero no facilita el cambio solo. Esperamos que la toma de consciencia general, y una pizca de escepticismo por parte del público la próxima vez que el gobierno tome una medida similar, sean suficientes.”
Hombres, más allá de los certificados
Hassan Almrei, Mahmoud Jaballah et Mohammad Zeki Mahjoub tambien son parte de los hombres que aceptaron el desafio de enfrenarse a la acusación insondable. Cuando se le pregunta a Amar Wala si piensa que estos hombres creen en el potencial de una tal película, contesta: “honestamente, no estoy seguro. Espero que están satisfechos de la película y que sienten una cierta justicia”.
Equilibrio entre seguridad y libertad
“No pienso que el gobierno quiera controlar la sociedad. Pienso que estaban desesperados después del 11 de septiembre, y que fueron mal guiados y honestamente ignorantes en su reflexión. El racismo y la islamofobia tuvieron un gran papel en esta historia. Nuestras fuerzas de seguridad no están lo suficientemente educadas sobre estos temas, y reaccionan con el miedo en vez de optar por un enfoque más científico y más comprehensivo de la lucha antiterrorista.”
“Pensar en la seguridad nacional solamente en términos de defensa, de protección contra un enemigo, es simplista. Necesitamos ir más allá de esto. El terrorismo es ciertamente un problema pero ni siquiera se encuentra en el top 100 de los problemas que Canadá tiene hoy en día. Debemos ser más inteligentes. Debemos usar nuestro cerebro y nuestro corazón en todas nuestras políticas públicas.”
Adil Charkaoui fue suspendido de su empleo en el colegio de Maisonneuve en Montreal, de donde se cree que seis adolescentes se fueron a Siria. Charkaoui criticó esta suspensión, afirmando que formaba parte de una tendencia torcida contra la comunidad musulmana, y que su enseñanza no tiene nada que ver con estas salidas a Siria. Comparó estos atajos discriminatorios con una “caza de brujas.”
En el marco de esta actualidad y de los debates sobre la nueva ley antiterrorista canadiense, la ley C-51, el equipo de la película Secret Trial 5 saldrá nuevamente de gira para proyectarla. Secret Trial 5 será difundida, entre otras fechas, el jueves 12 de marzo en Montreal, el 17 de marzo en la York University de Toronto, en Winnipeg el 22 de marzo y en Vancouver el 25 de marzo. Consulta las otras ciudades y fechas en el sitio: http://secrettrial5.com/