El equipo del proyecto Puriy. Crédito Sylvain Godoc
Lo que más sorprende cuando uno llega en el despacho de la ONG ubicado en Miraflores, el distrito financiero de Lima conectado con Villa El Salvador mediante la única línea de metro limeña, es que el equipo es reducido y el local es pequeño. El cuerpo y el alma de la ONG consisten en un pequeño equipo de 8 personas, que trabajan cada día con el objetivo de promover el bienestar de los niños y mujeres del barrio sur de Lima. Así pues, Padma forma parte del grupo de las ONG que actúan de manera localizada, a diferencia de las ONG globales que actúan a menudo con filiales locales, como Greenpeace.
Como en muchos lugares de América Latina, la situación en Villa El Salvador es preocupante. Cabe recordar que el continente es el más desigual del planeta, como lo subrayó el presidente Humala durante la Cumbre de la Alianza del Pacífico en Paracas el 3 de julio del 2015. Se pronunciaron numerosos discursos, y se prometieron muchos cambios que no se concretizaron. Para cambiar el estado de las cosas, cada uno puede decidir actuar. Esto es lo que Padma decidió: intervenir, de acuerdo a su potencial, para cambiar las cosas en una pequeña parte del continente. Es también lo que refleja su nombre. En efecto, Padma significa flor de loto en sánscrito. Las raíces de esta planta nacen en el barro de las lagunas y las flores florecen una vez que salen a la superficie. Así pues, Padma tiene como objetivo ofrecer condiciones de vida que sean dignas para los habitantes de Villa El Salvador sacándolos de sus problemas. La ONG interviene en este sentido de varias maneras.
Proyectos variados con una base fuerte: el apoyo psicológico
En América Latina, la cultura todavía sigue impregnada del machismo, y las desigualdades entre los sexos son visibles y asimiladas por las poblaciones locales. La cultura de la violencia doméstica está fuertemente presente, sea física, sexual o psicológica. Según el criminólogo Jaris Mujica, la violencia doméstica es incluso la más representada entre los tipos de violencia que existen en Perú. Muy pocas mujeres hablan del problema y denuncian las acciones de sus maridos, acciones que se ven reflejadas en sus hijos. Padma se enfoca en la familia, ofreciendo un apoyo psicológico en su consultorio de Villa El Salvador. Allí, psicológicos profesionales reciben a las víctimas de violencia domestica de manera gratuita.
Además, Padma actúa de manera preventiva para frenar la violencia. La ONG organiza talleres y debates dirigidos hacia los alumnos, los padres y los profesores en varios colegios de Villa El Salvador para promover una buena relación en el nido familiar. Para que todas estas actividades sean eficaces y acogidas por la gente, éstas son organizadas en colaboración con los actores locales: políticos, religiosos o asociativos.
Con esta estrategia cooperativa, la cual es común entre la mayoría de las pequeñas ONG, la organización, que está activa desde el 2012, logró imponerse como un verdadero agente del cambio en Villa El Salvador. El consultorio psicológico tiene mucho trabajo y los talleres atraen a numerosos participantes. Sin embargo, Padma necesita mano de obra y dinero para seguir con todas estas actividades.
Taller con unos padres en el colegio de Villa El Salvador. Crédito Sylvain Godoc
Respecto a la mano de obra, la ONG encargó a Natalie Meza para contratar voluntarios. Estos últimos son esenciales para apoyar las acciones de Padma. Estas acciones son periódicas como la kermés que se organiza cada año, o de larga duración como la búsqueda de psicólogos en formación para ayudar en Villa El Salvador. En cuanto al dinero, Magda Piscoya se encarga de la comunicación para contactar con las empresas. Además, se encarga también del fundrasing (recaudación de fondos), y de siempre procurar obtener las becas de las grandes instituciones como la ONU Mujeres.
La terapia ocupacional, una mezcla de ayuda psicológica y de espíritu empresarial social
Otro aspecto del trabajo de Padma es llevar a cabo el proyecto Puriy, que, aunque actualmente se desarrolla gracias a los fondos de la ONG, podría permitir, a largo plazo, un financiamiento de toda la ONG. De manera concreta, Putiy es primero una terapia ocupacional. El objetivo de dicha terapia es que sus participantes se comprometan a lograr algo. Aquí, el equipo de Padma ofrece a las mujeres en dificultad de Villa El Salvador una formación de fabricación de zapatos para bebes y portallaves. Con esta formación, la empresa social contrató a estas mujeres en su taller, situado en un local prestado por la parroquia del barrio.
Todas estas mujeres han vivido situaciones de violencia doméstica y a veces todavía son víctimas de sus maridos. Trabajar en el taller les permite percibir un salario y tener una ocupación, así como alcanzar la autosuficiencia económica. Se les facilita una guardería que acoge de manera gratuita a los niños a cambio de una ayuda en comunicación que les propone Padma.
El producto que fabrican las mujeres es de calidad, de cuero y hecho a mano. Cada par de zapatos viene acompañado de una etiqueta con la foto y la descripción de la mujer que lo confeccionó. Por ejemplo, Olinda nos cuenta que su “sueño para Puriy es que haya más trabajo. Que haya más pedidos del extranjero para generar más trabajo. Para que vengan más mujeres, también para que progresen, que tengan dinero para su familia, que puedan ayudar a sus hijos a educarse y superarse. Para que los niños tengan un hogar donde no haya desunión. Nosotras, hemos llegado en mayoría con problemas… Quiero que haya trabajo para todo el mundo para ayudar a los niños para que se sobrepasen y sean mejores que nosotras.”
En el taller del proyecto Puriy. Crédito Sylvain Godoc
Las mujeres tienen muchas expectativas. La mayoría de ellas tuvieron que dejar los estudios al final de la escuela o del colegio. Las necesidades del taller son igualmente importantes. Por ejemplo, la compra o la donación de un horno de microondas o de un hornillo es una petición urgente de parte de las trabajadoras, que actualmente comen comida fría.
Acciones a seguir…
Crédito Sylvain Godoc
Liersbet Willems, directora ejecutiva de Padma, y su equipo, lograron crear un islote de esperanza en Villa El Salvador. La acción local permitió así poner tiritas en las heridas de una sociedad roída por las desigualdades. El desafío que se plantea hoy por hoy la ONG limeña es sobrevivir. Y para esto, se necesitan fondos. Puede ser que algún día estos fondos sean integralmente financiados por los ingresos de las ventas de Puriy, el cual va a lanzar su venta de zapatos para bebes en Francia dentro de poco. Mientras tanto, las acciones y los proyectos de Padma y de miles de otras ONG en el mundo siguen dependiendo de donaciones privadas, de la ayuda de las empresas y de las becas institucionales asequibles a través de exámenes selectivos.