Malasaña, la « maravilla de Madrid »

Paloma Clément-Picos, traducido por Kayla De Nardi
21 Juin 2013



Toda gran ciudad tiene un barrio así, una perla preciosa, y perderse en ella es cosa buena. El de Madrid es una mezcla del Camden Town de Londres, el Barrio Latino de París, con una pizca del Soho neoyorquino y un pellizco del barrio de la Cruz Roja en Lyon, todo con sabor español.


@Paloma Clément-Picos
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Entrar en Malasaña es como entrar en un laberinto en pleno centro de la capital española. De repente, las grandes avenidas monótonas se cambian por pequeñas calles llenas de color. Tal y como en una escena de Alicia en el país de las maravillas, sabes que estás en un lugar especial por todas las personas con estilo inesperado y aquellos edificios rosas, azules, amarillos o naranjas.
 
Esta mezcla intergeneracional y multicultural armoniosa existe en la leonera que es Malasaña, dónde los amigos y las familias vagan todos los días de la semana. En cualquier momento, puedes asistir a un espectáculo en la calle o bien encontrar alguna tienda de antigüedades improvisada en medio de la acera. Por la calle, una francesa comenta que Malasaña es el mejor barrio de Madrid para vivir. Hay de todo justo al alcance de la mano. Todo está a cinco minutos andando. Todos se conocen. Para ella, es el verdadero Madrid: rebelde, joven y creativo. Añade que es un barrio vivo, burgués y bohemio durante el día pero joven y moderno por la noche. Así es un lugar ineludible después del crepúsculo cuando todos han salido, y los bares están tan llenos que la gente desborda en la calle. El ambiente por las aceras es festivo y todos los tipos de música te sorprenderán en los oídos. Este barrio, con una vitalidad infinita, es el corazón de Madrid.
 
Es gracias a su riqueza principal, es decir los lugares de culto interminables, cuyas direcciones secretas no quieres revelar a nadie, que Malasaña tiene esta vitalidad. Hay bares, restaurantes, tiendas de ropa vintage, galerías de arte, tiendas de diseñadores, de muebles, de decoración. Hay tantos tesoros en los cuales uno puede fácilmente quedarse una hora a gozar de la ropa o de los bibelots tan originales. A cada tienda, su particularidad. Hasta el McDonald’s del barrio que posee una arquitectura y decoración interior única. Por fin, éste vagabundeo no sería completo sin los olores tentadores que escapan de los restaurantes y te cautivan algunos segundos por su singularidad. ¿Y qué más? Los precios no son enloquecedores para nada y eso nos encanta. Si haces un salto por Madrid, aquí tienes mi selección de los mejores lugares de culto:

Bares y restaurantes:

Mür Café: Es un bar ineludible, acogedor, y al estilo británico en el cual en invierno, tirado en sus sofás, puedes tomar un té de su larga carta de sabores distintos mientras escuchar música jazz de fondo. Y en verano, te pasas a la terraza a beber a sorbitos una gaseosa casera. No dejes de probar sus deliciosos bagels y tartas de queso.

El Ojalá : Con o sin reserva, aquí saborearás su carta biológica (sobre todo sus tortillas). Todo esto sentado en unos grandes cojines con los pies en la arena. El ambiente se hace suave con iluminación de neón fluorescente mientras comes y ves alguna película de la Pixar proyectada en las paredes de piedra originales y antiguas.

Happy Day Bakery : Parecido a una casa de muñecas, Happy Day Bakery es lo mejor de las pastelerías americanas con muffins, cookies, tartas, y sobre todo cupcakes sofisticados.

LaLirio :¡Ojo ! ¡Bar de tapas ! Aquí te sientes en casa con unos anfitriones acogedores que te sirven especialidades andaluzas, todo esto en una decoración igual elegante y folclórica.

Manuela : Con las sillas, las mesas, el bar, los espejos y la música, es imposible no creer que estás en los años 20 o bien en casa de Jay Gatsby. No te vayas de Madrid sin gozar de sus batidos y de las vistas de sus grandes puertas vidrieras que dan a la calle.

LolinaCafe: Un ámbito vintage de los años 60 con una carta de verano, y cócteles de fruta granizados que son tan ineludibles como los platos vegetarianos.

Tiendas:

Tiendas de ropa antigua : No hay una dirección específica para ellas, sólo una calle que te pondrá bien feliz si te gusta el vintage, que sea de segunda mano o bien la obra de un joven diseñador, en Calle Espiritu Santo lo tienes todo.

Lady Cacahuete: Para las chicas a las cuales les encantan los estampados, esta tienda será tu lugar de peregrinaje : chaquetas con cerezas, blusas con piñas y una bolsa con sandías. Cuidado con la cartera, aquí la originalidad cuesta.

Slam Tienda: De las tiendas de ropa antigua que están bien escondidas y que uno encuentra solo por casualidad, ésta es LA tienda. Tienen picardías, Levis viejos, y una linda colección de camisas, camisetas con escritos estilo antiguo y blusas con cuello Claudine. Puesto que no se puede encontrar fácilmente, te paso la dirección: Calle Corredera Baja de San Pablo, Nº 8.
 
Como todo barrio misterioso e importante, cada uno crea entonces su propia lista de lugares de culto. Sin embargo, como dijo Alejandra, una madrileña pura y un hacha del barrio, hay una cita que se dijo sobre Madrid un día y decía, “[Madrid] No tiene un gran río, ni gloriosas ruinas, ni siquiera el mar. A Madrid le faltan muchas cosas. Pero tiene gente por las calles. Un rincón inesperado. La variedad. El contraste. La animación constante. Y sus costumbres”. Añadió que piensa que Malasaña es el barrio que mejor simboliza esa verdad. 


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