Credit Sam Tarling
La crisis de los refugiados sirios amenaza el comienzo del próximo año escolar en Líbano. Debido al incremento de alumnos y alumnas, fue imposible admitir al gran número de jóvenes sirios recién llegados el año pasado, y la situación parece igual de difícil esta vez. La ola de refugiados sirios, que llegó al umbral al principio del año pasado, y de los cuales la mitad tiene menos de dieciocho años, refleja que en la República libanesa hay más niños sirios en edad escolar que niños libaneses, y esto, en un país que carece de recursos o la habilidad para ofrecer un sistema escolar público a los niños sirios.
Cómo Líbano está manejando la llegada de refugiados sirios en el sistema escolar
La llegada de cierto número de refugiados afectó a Líbano y desestabilizó su sistema de educación y salud. Según la ACNUR, 172 000 refugiados y niños locales vulnerables no recibirán ningún tipo de educación durante este año académico en Líbano. Además, como la ACNUR lo predice, la calidad de la educación disminuirá a causa de la aglomeración en las escuelas, como se demostró anteriormente. Y como si esta situación no fuera suficiente, los refugiados que lograron integrarse en el sistema escolar libanés tendrán que enfrentarse a una gran barrera lingüística, dado que el 93% de las escuelas públicas en Líbano enseñan sus clases en francés, mientras que en Siria las clases son exclusivamente en árabe. Con respecto a la perspectiva de tener que admitir alumnos libaneses y sirios en las escuelas libanesas, y frente a la evidente verdad que esta misión está condenada al fracaso, la ley libanesa y los hechos actuales dictaron que ningún alumno sirio sería aceptado hasta que el último alumno libanés fuera matriculado. Por lo tanto, la matriculación de los niños sirios comienza ahora que el año escolar libanés ha empezado.
El Ministerio de Educación y Educación Superior, junto con el ACNUR, comisiones locales y regionales y ONGs, están actualmente trabajando para tratar de resolver el problema. La respuesta en la que se pusieron de acuerdo el Ministerio de Educación y el ACNUR durante el pasado año escolar, en enero, era de ofrecer segundos turnos por la tarde para los refugiados o para cualquiera que no pudo matricularse en el primer turno. Este doble turno permite la matriculación de 27 550 alumnos más en el sistema escolar libanés, el cual ofrece un programa menos intensivo pero certificado para aquellos niños que asisten al segundo turno. A pesar de que las autoridades siguen intentando encontrar soluciones para evitar excluir a tantos jóvenes en edad escolar, hay poca esperanza que todos los 300 000 niños refugiados ahora en Líbano tengan la oportunidad de matricularse en la escuela. Mientras tanto, los profesores libaneses convocaron huelgas nacionales que empezaron en junio en una campaña a favor de una paga justa y al mismo tiempo; una demanda de incremento de los salarios surgió en varias ocasiones en los últimos años. Entonces, el problema interno al que se enfrenta el Ministerio de Educación con respeto a los profesores desacelerará muy probablemente el proceso de encontrar una solución para escolarizar a los niños sirios que se encuentran en el país del árbol de cedro.
Todavía queda por resolver la situación, pero es muy probable que el año escolar para los refugiados sirios, para los que lograron y están logrando obtener una plaza, no empiece antes del fin de noviembre, en el mejor de los casos. Y según las previsiones de ACNUR, más de 170 000 refugiados no podrán matricularse en ninguna escuela, quedándose sin educación para el año que viene.
Entre las ONGs que intervinieron en la crisis, un número significativo se enfocó en la necesidad de escolarizar a los refugiados sirios en Líbano, pero la ayuda permanece vergonzosamente escasa considerando la magnitud de la emergencia. Además, los problemas educativos no pueden ser considerados de máxima importancia cuando hay necesidades alimenticias urgentes y otras necesidades relacionadas con la salud; sin duda, la prioridad son las necesidades de supervivencia.
Ayuda lingüística por parte de las ONGs para las escuelas superpobladas
Un ejemplo del trabajo de campo realizado por las ONGs que operan en el sector de la educación, es la ONG con la que trabajo actualmente. Dicha ONG, junto con otras, ha ido ofreciendo clases intensivas de francés para niños de varias comunidades y campos de refugiados en Accar, en el norte de Líbano, para que tengan un conocimiento básico del francés y que puedan seguir el currículo libanés en caso de que lograran matricularse en el sistema escolar libanés.
Sin embargo, las pequeñas tanto como las grandes ONGs a menudo carecen de recursos financieros para poder implementar sus programas educativos, y los recursos disponibles son actualmente insuficientes para enfrentarse a la crisis provocada por la llegada de tantos refugiados sirios. Una vez más, durante este año escolar, cientos de miles de niños sirios que se refugiaron en países vecinos, como es el caso en Líbano, no asistirán a la escuela. El miedo de una generación perdida crece, y lo triste es que la educación, después de todo, desgraciadamente no es el problema principal de la difícil situación en la que están expuestos dichos refugiados.
Como parte de la comunidad internacional, creo que debemos hacer todo lo posible para ayudar a los más de 13 millones de sirios afectados por la guerra. Todo tipo de ayuda, desde ser voluntario para enseñar, hasta hacer una donación, es crucial para el futuro de cientos de miles de refugiados.