La reforma del derecho de asilo en Austria

Thierry Avice Traducción por María Alejandra Paixão
23 Janvier 2015



Mientras una reforma del derecho de asilo se discute en la Asamblea nacional francesa, un vergonzoso y agitado debate político sobre los refugiados se levanta en Austria. ¿Cuáles son las modalidades de la reforma del derecho de asilo en la república austríaca, y por qué dicha reforma ha causado tanto estruendo?


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En Austria, el estatuto de solicitante de asilo esta definido por la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados del 28 de julio de 1951. Para poder llevar a cabo un pedido de asilo, hay que identificar una amenaza real hacia la integridad física o la vida del refugiado. En este sentido, se hace la diferencia entre refugiado y migrante.

El derecho de asilo en vigor en Austria

¿Cómo se desarrolla la acogida de refugiados en Austria hoy en día? En primer lugar, el refugiado tiene que solicitar asilo ante un “centro federal  de primera acogida”. Una vez ahí, el refugiado recibirá cuidados médicos, para luego ser escuchado por las autoridades de policía. Los oficiales buscan, en primer lugar, determinar la identidad del refugiado, su país de origen y el camino que tomó en el momento de huir. El objetivo de este cuestionario es verificar si Austria está a la altura de recibir y tratar dicha solicitud de asilo. Uno de los reglamentos de la Unión Europea, el Reglamento de Dublín, establece las reglas de competencia de los Estados miembros en materia de derecho de asilo. De tal manera, dicho reglamento establece, por ejemplo, que el primer país al cual llega el refugiado cumple con los requisitos de la solicitud de asilo. Si el refugiado ha cumplido más de cinco días de estadía en otro Estado miembro, dicho Estado es jurídicamente competente.

Este procedimiento de verificación jurídica de los servicios federales debe ser llevado a cabo en menos de veinte días. En la práctica, sin embargo, puede durar hasta un mes. Durante este lapso de tiempo, los solicitantes de asilo son recibidos en los diferentes Länder (estados), y se les atribuye una “carta blanca”. Dicha carta prueba que el refugiado está legalmente presente en suelo austriaco.

Al ser declarada como jurídicamente competente, Austria puede comenzar a llevar a cabo la solicitud de asilo. El objetivo del solicitante de asilo es ser reconocido como titular del derecho de asilo. Según los Convenios de Ginebra, dicho procedimiento consiste, esencialmente, en verificar la validez del estatuto de refugiado y la existencia de una amenaza real para el refugiado en su país de origen. Durante el procedimiento, el refugiado recibe una ayuda básica, en la cual se incluye un seguro médico. Los hijos de solicitantes tienen que ir al colegio. El estado federal paga 60% del costo total de los diferentes procedimientos, el 40% restante queda a cargo de los Länder.

La reforma del derecho de asilo en Austria

La poca capacidad de los centros federales para acoger un tan gran número de refugiados ha dado pauta para la reforma actual del sistema de asilo en Austria. Los tres principales centros de refugiados austriacos, en las localidades de Alta Austria, Baja Austria y el aeropuerto de Viena ya no son suficientes para colmar las necesidades. El estado federal votó, además, nuevas cuotas para recibir a los refugiados. De aquí a finales de enero del 2015, cada Land tiene que aumentar su propia capacidad de acogida de los refugiados. Para poder asimilar esta nueva configuración política, los gobernadores de los diferentes Länder se reunieron el 19 de noviembre del 2014 en Klagenfurt, Carintia, y se pusieron de acuerdo sobre la creación de siete nuevos centros de acogida de refugiados.
Por otro lado, se negociaron acuerdos de cooperación entre los Länder, como fue el caso de Viena y Burgenland y de Carintia y Estiria. Algunos Länder periféricos y poco poblados como Tirol y Vorarlberg se quejaron, ya que sus gobernadores consideraban que los centros de acogida serían de mayor utilidad en estados más poblados, como lo son los alrededores de Linz y Viena.

Esta reforma le costará a los Länder, quienes tendrán que proporcionar la infraestructura adecuada y emplear el personal administrativo, médico y de policía. En estas condiciones, uno de los miembros del partido Verde propuso que el estado federal pague los gastos totales de verificación de competencia jurídica del país y de las ayudas a los refugiados. Sin embargo, la actual repartición 60/40 debería incluirse en la reforma. Según la ministra austriaca del Interior,  Johanna Mikl-Leitner, la cuestión principal de esta reforma no es financiera sino más un problema de “buena voluntad”.

¿Qué interpretaciones para este debate político?

El intenso debate que ha provocado esta reforma se ha alimentado por las problemáticas financieras, que a la vez calman las tensiones entre el centro y las periferias. Sin embargo, puede que estas problemáticas no sean suficientes para explicar la actual división política. De tal manera, pueden formularse otras hipótesis, como la de una desconfianza de una parte de la población austriaca hacia los solicitantes de asilo, muchas veces llamados “Scheinasylanten” (“supuestos refugiados”), término muy popularizado por los partidos de extrema derecha BZÖ (Unión por el Futuro) y FPÖ (Partido de la Libertad de Austria), abiertamente xenófobos. Desde este punto de vista, los refugiados no son más que un peso para el sistema social austriaco. Los Länder se niegan a financiar una política que favorezca la integración social y profesional de los refugiados, la cual podría oponerse a estos prejuicios. El FPÖ, por ejemplo, lucha contra la idea de una apertura del mercado de trabajo a los solicitantes de asilo. Según el partido populista, esto crearía una competencia desleal a la mano de obra nacional.

Muchas de las reticencias de la reforma del derecho de asilo tendrían como origen algunos prejuicios racistas dirigidos por la extrema derecha austriaca. Willi Korak, miembro del BZÖ, declaró hace poco que los únicos refugiados acogidos por Austria eran “chechenos violentos”. El pasado 12 de noviembre, el FPÖ organizó una manifestación en Traiskirchen, Baja Austria, región sede de uno de los centros federales primarios de acogida. La consigna de la manifestación fueron las palabras “das Boot ist voll” (“El barco está lleno”). Este slogan se enfrenta al envejecimiento de la población austriaca, ya que las cuestiones de inmigración y de políticas de asilo aún levantan ilusiones y contradicciones.

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