La guerra, ¿el precio a pagar por el desarrollo de Etiopía?

Myriam Amarray, traducido por Oriane Commarmond
18 Juillet 2013



Etiopía inició en abril de 2011 la construcción de una inmensa presa sobre el Nilo azul. Situada al principio del Nilo, el proyecto « Renacimiento » ha generado una nueva ola de tensiones con Egipto, que teme por sus recursos. Sin embargo, la presa podría beneficiar a varios países, mejorando su acceso a la electricidad, que sigue siendo deficiente en el continente.


Crédito Foto -- AFP
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Hoy, los recursos en agua de Egipto, apodados el « don del Nilo » por Heródoto, están amenazados por la construcción de una inmensa presa sobre el Nilo Azul por Etiopía. La construcción de la presa « Renacimiento », que comenzó en abril de 2011, sigue su curso y debería finalizar en 2017.
 
El presidente egipcio, Mohamed Morsi, se opuso firmemente a esta construcción y reiteró las amenazas hacia Addis Abeba. La última fue el martes 10 de junio, cuando este Hermano Musulmán declaró: “No podemos tolerar algo que pueda tener un impacto sobre una gota de agua del Nilo”. Esta construcción genera inquietud, porque el abastecimiento en agua de los 84 millones de egipcios depende al 90% de los recursos del Nilo.

Egipto vs Etiopía: ¿hacia una guerra por el agua?

Estas nuevas tensiones aparecen en un contexto de estrés hídrico creciente, pero también de cambios políticos con la llegada al poder de los Hermanos Musulmanes en Egipto [aunque el gobierno fue destituido recientemente]. El Sr. Morsi y sus compatriotas fueron mucho más agresivos sobre el tema que su predecesor, H. Mubarak.
 
El proyecto « Renacimiento » va en contra de los derechos adquiridos por Egipto durante el periodo colonial. En aquella época, en 1929, la administración anglo-egipcia había concluido un acuerdo con Sudán (enmendado en 1959), que establecía la repartición de las aguas del río, la mayor parte para Egipto (55.5 mil millones de m3) y Sudán (18.5 mil millones de m3), es decir 87% del caudal. Y la guinda del pastel es que Egipto disponía hasta entonces de un derecho de veto sobre todas las construcciones río arriba. Sin embargo, entre los once Estados que atraviesan el Nilo, hoy algunos quieren dar su opinión sobre la repartición del oro azul. Después de casi diez años de negociación, Etiopía, Uganda, Tanzania y Rwanda han conseguido un acuerdo en Entebbe (Uganda), el 14 de mayo de 2010. Kenya y Burundi se han sumado a ellos en 2011, permitiendo la entrada en vigor del tratado. Preocupados por la protección de sus intereses nacionales, Sudán y Egipto boicotearon el acuerdo. Se trata de poner fin a la dominación de Egipto sobre los recursos del Nilo, y particularmente a su derecho de veto, que juzgan ilegítimo.
 
Aun habiendo afirmado que su país no deseaba la guerra, el expresidente Morsi no salió de su mutismo, guardó silencio frente a las propuestas de bombardeos aéreos o de apoyo a los rebeldes etíopes, procedentes de responsables egipcios filmados sin que lo sepan. No ha descartado oficialmente estas posibilidades. Debemos recordar que en los años 1970, el presidente egipcio Anwar el-Sadat había amenazado a Etiopía con bombardeos, frente a sus proyectos de construcción de una presa.

« Renacimiento »: la mayor central hidroeléctrica de África

Crédito Foto -- AFP
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La presa del Renacimiento debería convertirse en la mayor central hidroeléctrica de África, y la segunda más importante en el mundo después de la presa de las Tres Gargantas en China.
 
Con sus 90 millones de habitantes, Etiopía espera convertirse en una « potencia continental » en materia de producción de electricidad, subraya Didier Grébert, director de la Agencia francesa de Desarrollo (AFD). Hasta ahora, Etiopía, también llamada “la reserva de agua de África”, no se ha beneficiado mucho de su posición estratégica más arriba del Nilo. Mientras que Egipto ya ha construido la famosa presa de Asuán, y Sudán la de Jebel Aulia, la construcción de Renacimiento debería, según las estimaciones, disminuir el caudal del río abajo entre un 10 y un 20%. Sin embargo, el portavoz del ministerio de Asuntos Extranjeros etíope, Dina Mufti, ha subrayado en RFI que su país siempre habría pensado en una “inversión beneficiosa para todas las partes”.
 
La central hidroeléctrica etíope producirá hasta 6.000 megavatios de electricidad, y planean aumentar su potencia hasta 10.000 megavatios hasta 2018. Más allá de la satisfacción de sus necesidades internas en energía, el país proyecta exportar esta electricidad hacia otros países de África, lo que permitiría un desarrollo regional. No hay que olvidar que la mitad del continente africano no dispone de electricidad de manera regular.

Etiopía hacia la senda de las energías verdes

Etiopía ha conocido un desarrollo fulgurante desde 2004, con tasas de crecimiento superiores al 10% hasta 2010. El gobierno intenta por ello favorecer esta expansión mejorando la oferta de energía para su población. Abandonado por la comunidad internacional por la falta de consideraciones ambientales, el país autofinancia este gigantesco proyecto mediante “diaspora-bond” (equivalente de bonos del tesoro) comprados por etíopes.
A pesar de la oposición de El Cairo, Addis Abeba sigue construyendo. Sin embargo, no es el primer edificio de esta envergadura para el país. Etiopía tiene también el mayor parque eólico de África con 87 instalaciones en la Meseta del Tigray. Según Romain Pélissier, director del sitio en cuestión de Ashegoda, existe un equilibrio óptimo para las energías verdes en esta región: la estación de lluvias favorece la hidroelectricidad, y el fuerte viento durante la estación seca permite rentabilizar el parque eólico.
 
La energía verde se perfila cada vez más como una solución para el desarrollo del continente africano. Marruecos ya ha empezado a explotar la energía solar y planea exportarla hacia países europeos de ahora al 2025. Los países africanos podrían entonces convertirse en futuras potencias energéticas, si antes no se matan 

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