© Pablo Blazquez Dominguez / Getty Images
Pronto habría elecciones, y el 2007 cerraba bien, el PSOE gobernaba, todo iba viento en popa. Sin embargo a principios del 2008 comenzaron a oírse rumores de crisis provenientes de Europa. Meses antes, empezando por Estados Unidos, las bolsas de todo el mundo sufrieron grandes caídas. Mientras tanto en España dos grandes inmobiliarias, Astroc y Llaneros, eran protagonistas del mayor crash de la bolsa española, y de suspensión de pagos, respectivamente. Fue el primer toque de atención, la burbuja inmobiliaria iba a estallar.
Pero, como decíamos, estábamos a finales del 2007, apenas a unos meses de las elecciones generales, así pues se dijo, se nos dijo, que todo iba bien, que el país estaba viviendo un momento de gloria.
Las mentiras continuaron. El 9 de enero de 2008, tal como nos transmite el periódico LibertadDigital, Zapatero califica, en una rueda de prensa, de 'antipatriotas' a todos aquellos que alertan de la crisis y dan datos del deterioro económico del país. Ante la obviedad de la crisis, lo único a que al presidente se le ocurre decir es que estamos en un proceso de desaceleración. Estábamos al comienzo de la crisis, y nuestros dirigentes lejos de hacerse cargo de ello, esquivaban la situación, e incluso tenían la desfachatez de hacer promesas tales como la deducción de 400 euros para asalariados, pensionistas y autónomos. En marzo del 2008 Zapatero sale, de nuevo, elegido como presidente del gobierno, la crisis sigue siendo negada.
La pregunta que nos hacemos hoy en día todos los españoles, es cómo es posible que España esté en la situación en la que se encuentra, qué la ha llevado a sufrir tan malamente la crisis, quiénes son los culpables, quiénes los responsables.
En julio del 2008, el programa de crítica humorística CQC de una importante televisión española regala a Zapatero el disco del conocido grupo de rock británico Supertramp, titulado: “Crisis? What crisis?”. Este hecho aparece en todos los medios de comunicación españoles. En apenas cuatro meses, el gobierno español había perdido toda la credibilidad y respeto de su país. Aún nos quedan cuatro años de mandato. Cuatro años que determinarán la manera en la que la crisis calará en España. Seguidos de unas elecciones anticipadas en las que el Partido Popular (PP), partido derechista español, saldrá elegido con mayoría absoluta, del mismo modo, saldrá elegido en cada región de España. Así el país se teñirá de azul. Pero la crisis será la misma, la falta de transparencia y la ruptura de las promesas también.
Quizás fuese por Supertramp pero, por fin, ese mes de julio, en un programa de la cadena televisiva Antena 3, Zapatero pronuncia por primera vez la palabra crisis : “Crisis, como Ustedes quieren que diga”. No se trataba de una cuestión de querer o no querer, sino de honestidad hacia el ciudadano. Respeto y honestidad.
España estaba en crisis. España está en crisis.
España estaba en crisis. España está en crisis.
Resolución de la crisis. Consecuencias.
El desempleo es la consecuencia más contundente de la crisis española. Presenta unas cifras escalofriantes: partiendo del 7,95% de paro en el 2007 al 28% de desempleo en la población activa estimado por el IEE (Instituto de Estudios Económicos) para el 2013, por no mencionar el más de 50% de desempleo en menores de 25 años. Para nosotros los jóvenes, encontrar un trabajo es misión imposible; los jóvenes universitarios, lejos de sentir optimismo para su futuro al acabar sus estudios, están aterrorizados. No hay trabajo, no hay oposiciones. Los másteres están abarrotados, ya que no hay nada mejor que hacer que seguir estudiando. Nos peleamos por ser camareros, hay sobre-titulados por doquier. No tenemos salida, no tenemos apenas futuro en este país, no de momento. Pero nosotros somos jóvenes, y podemos seguir estudiando, o podemos marchar a otro lugar a construir nuestra vida. Nosotros no tenemos hipoteca, ni hijos, como todos aquellos parados que han perdido su trabajo a los 50 años y que ya no pueden conseguir otro empleo; el Consejo del Poder Judicial aporta la cifra de 185.140 desahucios ejecutados desde el año 2007. Tampoco hemos sido nosotros los que hemos trabajado toda nuestra vida, pagando al Estado, para que luego él nos mantenga en nuestra ancianidad; no, no somos esos pensionistas que hoy en día apenas tienen pensión, apenas tienen medios para vivir. Nosotros, los jóvenes, somos los afortunados.
Y no es sólo el desempleo, no es sólo que haya más parados, y por tanto en las familias escasee el dinero. No; aparte de eso, nos topamos con las escandalosas subidas del IRPF, los sueldos sufren importantes recortes, los funcionarios ganan un 5% menos, con la subida salarial congelada, además de menos vacaciones y más horas de trabajo. Pero no pasa nada, porque son funcionarios y no perderán sus puestos, así pues, puede recortarse sobre ellos sin temor a escándalo público.
Y por si todo esto no fuera suficiente suben el IVA, dando lugar a una fuerte caída del consumo y al cierre de numerosas empresas. Así cada vez hay menos dinero, y el comercio no se mueve. Mariano Rajoy, actual presidente de España, fue el responsable de la última subida del IVA, contrariando así las promesas que hizo entorno a los impuestos. Ellos mienten, ya no podemos creerlos, a ninguno.
La prima de riesgo, la deuda española, y los rescates se convirtieron no solo en el día a día de los telediarios, sino también en la cotidianidad de cada uno. No hay salida. Caemos en picado. No sabemos por qué.
Nos preguntamos, ¿Dónde está el dinero? ¿Dónde quedó todo ese dinero del 2007? ¿Por qué la clase media y la clase baja son los únicos en pasarlo mal? ¿Por qué los ricos serán siempre ricos? ¿Por qué no hay transparencia? ¿Por qué no sabemos qué pasa en nuestro país? Una vez más, ¿Quiénes son los responsables?
El por qué de la honda crisis española
Para entender las razones de la devastación que la crisis ejerció en España, debemos recurrir a las tres causas principales que se llaman: burbuja inmobiliaria, medidas inadecuadas por parte de los gobiernos y corrupción.
El estallido de la burbuja inmobiliaria era evidente, ¿cuántas casas podemos poseer per cápita? La crisis mundial solo anticipó dicha explosión. Esta burbuja no ocurrió solo en España, pero nuestro problema fue que la economía de nuestro país se estructuró entorno a la construcción, dirigiendo las bases de su economía a dicha actividad, la cual no era sostenible. De este modo, cuando la burbuja estalló, nos quedamos con las manos vacías.
El dinero con el que se comerciaba no existía, solo había especulación, mucha oferta a alto precio y una demanda cada vez más escasa. Cuando el mercado inmobiliario finalmente se desplomó aumentó el desempleo y provocó la inestabilidad de las entidades financieras. Dicho desplome agravó profundamente la crisis que pronto asfixiaría a España.
El dinero con el que se comerciaba no existía, solo había especulación, mucha oferta a alto precio y una demanda cada vez más escasa. Cuando el mercado inmobiliario finalmente se desplomó aumentó el desempleo y provocó la inestabilidad de las entidades financieras. Dicho desplome agravó profundamente la crisis que pronto asfixiaría a España.
Las medidas tomadas por el gobierno de Zapatero, y el subsiguiente mandato de Rajoy tampoco han favorecido una pronta resolución de la crisis. Las primeras medidas tomadas por Zapatero, denominadas medidas de impacto, se centraban en el despilfarro de dinero público en lugar de centrarse en la creación de empleo. Luchar contra el paro debe ser la máxima del gobierno, ya que de este modo el dinero entra en movimiento. Sin embargo, las medidas tomadas por ambos gobiernos no se han centrado en invertir en empresas que tras su nacimiento generen dinero, sino en recortes; de este modo el país se paraliza, el dinero no se mueve, y la crisis persiste. Cierto es que para afrontar la deuda externa, hay que recaudar dinero, pero también, y mucho más importante, es necesario crearlo.
Pero si realmente queremos saber dónde quedó el dinero de aquella España tan rica, tenemos que mirar a los políticos a la cara e increparles, y reclamarles, y decirles que estamos hartos de tanta corrupción. El caso Malaya, Ayuntamiento de Marbella, 671 millones de euros blanqueados; el Caso Gürtel, dentro del seno del PP, 120 millones, sigue siendo noticia debido a uno de sus imputados, Bárcenas, ex tesorero del PP, del que se descubrió en Suiza una fortuna de 38 millones de euros; el Caso Noós, Iñaki Udargarín, Casa Real, desvío de fondos públicos para su beneficio.
Una extensa lista de corruptos marca la política española, dicha lista alude solo a los que conocemos, y no a aquellos que aún siguen desfalcando dinero de las arcas del Estado sin que nadie los acuse. Cierto es que la picaresca está muy presente en la idiosincrasia española, pero ya basta de tanto ladrón. Ya basta de tanto político sinvergüenza.
Nuestros dirigentes, aquellos que reclamaron nuestra confianza, y en los que confiamos, son los mismos que nos roban, los mismos que son responsables, culpables, de la mala situación que vive España. El dinero voló a Suiza, aquí nos quedamos sin nada.
Y nosotros nos preguntamos, ¿cómo van a sacarnos de la crisis aquellos que nos metieron en ella? ¿Cómo vamos a creerles?