En Guatemala, el dictador Ríos Montt escapa de nuevo de la justicia

El ex dictador y general jubilado José Efraín Ríos Montt fue desde el pasado sábado día 11 el reo número 19 de la cárcel en Matamoros. Por primera vez un ex dictador fue juzgado y declarado culpable en su propio país por crímenes de genocidio. El precedente había sido asentado.

Este juicio que comenzó en marzo y había sido interrumpido en numerosas ocasiones, llegó a su fin el día 9 de este mes, declarando a Ríos Montt culpable de genocidio y crímenes de lesa humanidad. La condena ascendía a un total de 80 años de cárcel. Hoy 21 de Mayo, diez días después, el juicio ha sido anulado, por lo que el ex dictador está de nuevo en libertad.

Durante su proceso declararon 98 testigos, los cuales denunciaron la quema de las cosechas por parte de los militares, la apropiación del ganado, y la violación reiterada de mujeres, delante de sus familiares y vecinos. La juez Barrios detalló cómo se ensañaban con las mujeres, arrancándoles los bebes del vientre. La finalidad de estos hechos era dejar que los mayas murieran de hambre, y prevenirlos contra las consecuencias de la ayuda a la guerrilla. Durante la guerra civil guatemalteca que duró 30 años, aproximadamente 200.000 personas murieron, el 83% eran indígenas, casi ninguno murió en combate

Ante estos cargos, y el veredicto de culpabilidad, Ríos Montt se declaró inocente. Ante la imposibilidad de negar los asesinatos, descargó la responsabilidad sobre su viceministro y los oficiales al mando. Afirmaba, en su defensa, que él nunca había firmado, ni ordenado que se atentara contra una etnia, raza o grupo religioso. Así mismo en su primera declaración a la prensa Ríos Montt calificaba el juicio de 'show político internacional'. Además sus abogados comunicaron que recurrirán la sentencia, aún antes de conocerla, a razón de considerar el juicio como no válido.

Pese a que los ciudadanos indígenas mayas han acogido con alegría la decisión de la juez Barrios. esta resolución ha creado una gran polémica en el país. Ya que abre las heridas cerradas, y sienta un precedente. Son muchos los que intervinieron en esa matanza, y ahora son muchos los que tienen miedo de ser víctimas del mismo proceso. El mismo presidente de Guatemala Otto Perez Molina fue señalado por un testigo como uno de aquellos que tomaron parte del arraso de su tierra, de sus vecinos. Se esperaba que con esta sentencia las heridas de Guatemala comenzaran a cerrarse y la justicia a imponerse. Sin embargo la tranquilidad que sucedió a la guerra de los 30 años Guatemalteca puede verse controvertida.

No ha durado mucho el encarcelamiento de Ríos Montt, o Ríos de Sangre Montt, como era conocido. La defensa del general retirado presentó varios recursos al considerar que había irregularidades en el juicio, finalmente hoy, el Tribunal Constitucional de Guatemala ha dejado sin efecto lo actuado en el juicio desde el día 19 de abril, debido a su supuesta invalidez. La explicación que dan es que este día la defensa fue expulsada de la Corte debido a la acusación de imparcialidad que lanzó contra el Tribunal. Los magistrados consideran que ese día quedó sin resolverse una recusación planteada contra dos miembros de esa judicatura, por lo que todas las actuaciones judiciales que han tenido lugar a partir de esta fecha tienen que ser repetidas. La sentencia de culpabilidad no había tenido una buena acogida entre los partidarios del ex dictador Ríos Montt.

La Asociación de Veteranos militares de Guatemala (Avemilgua) amenazó con movilizar a 50.000 paramilitares e invadir la capital si el general no era liberado. Por su parte la tan poderosa Patronal, el empresariado guatemalteco, pedía al Tribunal la anulidad del proceso alegando inconstitucionalidades durante el mismo. Además propagó una anuncio de pago en los diferentes medios locales en el que mostraba su apoyo a Ríos Montt y condenaba el juicio, en una rueda de prensa ofrecida el día después del encarcelamiento del general llamaban la atención 'sobre las graves faltas al debido proceso a lo largo de todo este juicio, por parte de quienes están llamados a ser imparciales en su deber como juzgadores, lo cual ha quedado de manifiesto en los diversos procedimientos incumplidos, la forma en la que se vulneró la legítima defensa, el principio de inocencia y no retroactividad de la Ley, y la desobediencia pública del tribunal a las resoluciones emitidas por otras instancias judiciales'.

En una campaña llevada a cabo por los sectores conservadores guatemaltecos denominada 'Rostros de la Infamia' acusan a la Premio Nobel de la Paz Rogiberta Menchú, a la jueza Jazmín Barrios y a todos aquellos a favor de la condena del dictador, de ser 'traidores de la paz' y de 'mercenarios'.

Por su parte el presidente de Guatemala, negaba la existencia de tal genocidio. En un principio afirmó que respaldaría la resolución del juicio cualquiera que fuese. Sin embargó anunció, tras ser conocida la sentencia de culpabilidad, que está aún no era definitiva. Otto Perez Molina fue jefe de inteligencia militar durante la dictadura y se había visto salpicado por el juicio.

Han sido muchos los sectores guatemaltecos que han luchado en pos de la descalificación de este proceso judicial del cual Ríos Montt no podía, y no pudo, salir victorioso, a no ser con la anulación del mismo, lo que finalmente, y gracias en parte a la presión de sus partidarios ha conseguido.

El analista Manfredo Marroquín, presidente de Acción Ciudadana, declaraba para El Pais que la anulación del juicio no era sino una muestra de la 'extrema debilidad del sistema de justicia de Guatemala', además aseguraba que esta sentencia ponía en riesgo la convivencia democrática en este país, dando rienda suelta a las ilegalidades, debido a la falta de represalias contra las mismas. La Comunidad Internacional veía en este proceso un gran paso hacia la democracia y el fin de la impunidad de los dictadores latinoamericanos.