El escultismo planta su tienda de campaña por todo el mundo

Robert Baden-Powell, el fundador del escultismo, quiso crear en 1907 un movimiento para los jóvenes varones de acuerdo con su formación militar. En 1912, el movimiento se fue abriendo poco a poco a las chicas, dirigidas por su esposa Olave Baden-Powell. Fue entonces cuando la asociación se extendió y se desarrolló en el mundo entero como un movimiento marcado por valores educativos. El escultismo se distancia de los prejuicios que se pueden tener en su contra. El movimiento busca hacer progresar a los jóvenes, tanto a nivel personal como colectivo.

De manera que se les agrupa en franjas de edades, generalmente es de 8-11 años, de 12-17 años y de 17-25 años. Hoy en día, este movimiento juvenil cuenta con más de 38 millones de miembros en 217 países, de todas las religiones y nacionalidades.

El escultismo mundial se articula alrededor de cinco metas fundamentales: el carácter, la salud, la habilidad mental, el sentido de servicio y la espiritualidad. Estos son los cinco objetivos que el escultismo debe desarrollar en sus adeptos. Para ello, existen siete medios que son comunes a todos los scouts del mundo: el sistema de equipo, el marco simbólico, la educación a través de la acción, la ley y la promesa, la progresión personal, la relación educativa y la vida en la naturaleza. 

Ser scout significa obedecer la ley, escrita por Baden-Powell, que plantea las bases del escultismo. Cada scout del mundo obedece la ley de su movimiento. Por ejemplo, esta es la ley scout canadiense. Es el elemento central de la promesa, la cual constituye lo que distingue al movimiento scout de cualquier otro movimiento que propone actividades al aire libre.  

Es lo que le da su carácter educativo. El texto se adapta a la realidad del conjunto de los movimientos. De manera que la promesa de los Scouts de Bélgica dice: "Deseo, en conciencia, unirme a la fraternidad scout mundial, hacer el mundo mejor y participar en la construcción de la paz. Me comprometo, a través de mi realización personal, social y espiritual, a vivir cada día, de la mejor manera, los valores de la Ley scout".

La promesa es un momento simbólico durante el cual todos los jóvenes pueden comprometerse personalmente a seguir la ley. El grupo se reúne en un círculo y recibe a la persona que "promete" en el grupo. Es uno de los momentos más fuertes ya que permite que cada quien reflexione realmente sobre por qué eligió el escultismo y lo que el movimiento le ha dado. Este compromiso se marca con el gesto del simbólico saludo scout y una insignia. 

En los Boy Scouts of America, los jóvenes pueden vivir las llamadas "piperstones", ceremonias en las que reciben un nombre de animal y un adjetivo que los califica. "Es algo bastante secreto, pero los jóvenes reciben una piedra roja al final de las pruebas. Es una tradición según la cual los indios creían que eran las lágrimas de uno de sus dioses", declara CyrilKefuss, quien pasó 10 años dentro de una unidad scout estadounidense. 

En el mundo entero, la promesa y la ley son nociones fundamentales del movimiento. Por lo tanto, se inscriben en el marco simbólico del escultismo. Fue entonces cuando apareció el famoso uniforme compuesto por una camisa y una pañoleta. Este atuendo no tiene el mismo significado en todos los países. En Portugal o en Italia, son las pañoletas las que cambian en función de las edades, no las camisas. Además, el vocabulario y las insignias son específicas a cada movimiento. 

La espiritualidad también es un marco importante en la vida de cada scout. Por supuesto que incluye la fe, pero también la reflexión del joven y del adulto sobre valores como compartir, la amistad y la convivencia con los demás. En Madagascar, por ejemplo, los scouts dependen de una diócesis. "Cada diócesis está dirigida a su vez por comisarios que tienen papeles muy precisos, como asegurar la educación, o los cuales son responsables de las capacitaciones", declara Solène Rigoulet, una scout francesa que estuvo de inmersión con los Scouts de Madagascar. 

El escultismo es aprender actuando. Baden-Powell decía: "Quedarse inmóvil no sirve de nada. Hay que elegir entre progresión o regresión. Vayamos, pues, hacia adelante y con una sonrisa". Así pues, la acción es el único medio de marcar una progresión. En los Boy Scouts of America, los jóvenes pueden tratar de obtener "merit badges" o insignias de mérito. Según Cyril Kefuss, "esto va de los primeros auxilios a la alfarería, pasando por la construcción de estructuras de madera y la ayuda a los ancianos". 

Los scouts belgas pluralistas permiten que los jóvenes obtengan las insignias "pata tierna", "primer ojo" o "animal de caza". De esta manera, se invita a los castores a realizar un proyecto personal que deberán llevar a cabo. Anne Gaudin, jefa de los scouts belgas pluralistas, afirma que los chicos "conservan esas ganas de transmitir una apertura de mente". En cambio, los grupos de scouts alemanes son mucho más libres y autónomos.  

Los jóvenes son supervisados, obviamente, por jefes que se encargan de la relación educativa que se crea entre el educador jefe y el scout. El papel de un jefe scout es enseñarle a un joven a arreglárselas por sí mismo lo mejor posible, pues debe tomar conciencia de sus posibilidades para asumir sus responsabilidades. Es una relación de diálogo y de confianza.

En los Scouts de Madagascar, "las faniles, es decir las chicas de mayor edad, son las que transmiten la educación a las mujeres de los pueblos más aislados en la sabana", nos cuenta Solène Rigoulet. La educación scout también se hace con el aprendizaje y la ayuda que se brinda a las personas que la necesitan. "Gracias a los scouts, las faniles han podido acceder a la educación y al aprendizaje del idioma francés". 

Ser scout, es saber convivir con los demás. Con el sistema de equipos, los jóvenes aprenden a convivir respetando una jerarquía particular. Así pues, el jefe de patrulla debe mostrar el ejemplo, es quien encarna el lazo entre los jefes y los demás jóvenes. Sin embargo, "con los scouts evangelistas alemanes, los jóvenes están en grupos pero dentro de las mismas franjas de edad", declara Raphaëlle Tricaud, una joven francesa que estuvo de inmersión con los scouts alemanes. Por lo que conservan el mismo equipo durante todos sus años de scouts y realmente no funcionan con una visión de tutelas.

Los scouts del mundo entero conservan este sistema de equipos, que permite estructurar los grupos, los cuales pueden ser de gran tamaño ya que podrían variar entre 7 y 80 jóvenes. Por ejemplo, el grupo de Prato, en Italia, está formado por 70 scouts divididos en 8 equipos, cuatro de chicas y cuatro de chicos. 

El scout debe aprender a vivir con la naturaleza. "El escultismo es el civismo de la escuela del bosque", decía Baden-Powell. Es un marco de vida simple, que incita la calma, la independencia y la libertad. Así pues, los diferentes grupos hacen campamentos, a menudo durante el verano.

Cada país tiene su forma de vivir en la naturaleza. En Estados Unidos, los Boy Scouts se reúnen en cabañas en el mismo lugar. "Mi padre y mi tío fueron a un campamento en su región y cuarenta años después yo pude vivir en un campamento en el mismo lugar, con las mismas tradiciones", declara Cyril Kefuss. También se pueden hacer campamentos el resto del año, durante las vacaciones, y el respeto de la naturaleza es siempre una prioridad. Todo el mundo participa cuando se trata de separar la basura. La sobriedad es un punto de referencia del escultismo mundial, se trata de vivir de manera modesta, tomando lo que la naturaleza ofrece con valores simples y, en la medida de lo posible, sin tecnología. 

También se organizan grandes manifestaciones mundiales para los scouts y los guías. Los cuales, se reunieron este verano, en Japón con motivo del 23oJamboree mundial. En Francia, el escultismo capacita a los adultos para el diploma BAFA, un título de aptitud para las funciones de animador, así como para el BAFD, título de aptitud para las funciones de director. Ambos son diplomas con reconocimiento nacional.