¿Conocéis el Bodyzorbing ?

Pierre Lecornu, Traducido por Amélie Rastoin
30 Septembre 2014



Entre el futbol, el sumo y los autos de choque, el bodyzorbing es prácticamente desconocido en Francia. En Inglaterra, unos sesenta jóvenes tuvieron la oportunidad de probar este nuevo deporte. ¿De qué va este actividad que mezcla entretenimiento con esfuerzo físico ?


Crédit Pierre Lecornu
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Imaginaros la cara de felicidad que pondrían un grupo de adolescentes entre 12 y 13 años tras decirles que van a poder armar jaleo y darse empujones no solo de manera segura y con toda impunidad, sino también con la aprobación de los mayores. Unos sesenta jóvenes de un campamento de vacaciones en el norte de Inglaterra disfrutaron de esta actividad. Durante su estancia pudieron probar el bodyzorbing, una actividad apenas conocida en Francia pero apreciada en Inglaterra.

El monitor inglés, Adam, suele proponer y animar a menudo varias actividades como el fútbol, hockey o rugby. Para romper la rutina, Adam decidió introducir el bodyzorbing a los jóvenes franceses en el campus de Stonyhurst, donde está situado el campamento. Los niños y las niñas miraban con curiosidad e impaciencia mientras Adam “inflaba” el material. El bodyzorbing se practica dentro de unas grandes burbujas de plástico transparente las cuales deben ser infladas para que los jugadores entren con ellas en el terreno de futbol. Estas burbujas, conocidas como “zorbs”, constan de un hueco para que los jugadores puedan meter la parte superior del cuerpo y dejen las piernas al aire libre. ¡Esta practica de este deporte ha sido toda una novedad !

Crédit Pierre Lecornu
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Adam escoge a seis jóvenes, entre el montón de manos levantadas, para empezar a jugar, distribuye los zorbs, muestra a los jóvenes como colocárselos y explica las normas de seguridad, todo esto in English of course! Empieza el partido, los jóvenes se tiran unos contra otros y caen hacia atrás, las risas de los otros que se han quedado fuera del campo les acompañan. Los zorbs parecen grandes globos de plástico que rebotan tras un impacto desequilibrando a sus ocupantes que a menudo caen, eso sí, sin daño alguno ya que la burbuja amortigua los golpes. 

Crédit Pierre Lecornu
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La primera sesión de bodyzorbing solo dura unos cinco minutos para los seis jóvenes que han sido escogidos. Dicha actividad resulta muy física y uno comienza a transpirar rápidamente ya que el tubo de plástico donde se mete el jugador es estrecho, y aunque esté abierto en la parte superior, cuesta más respirar. Sin embargo, meterse dentro no es la única actividad que se puede hacer con los zorbs, también se puede jugar partidos de fútbol. Quitarle la pelota a otro jugador se vuelve un juego de niños, ¡pero también perder la pelota! El contacto de hombros es autorizado. Las niñas o los más pequeños, cansados de ser el blanco, se alejan del campo para hacer algunas acrobacias, volteretas, figuras… ¡Las posibilidades de usar el zorb son numerosas ! 

Crédit Pierre Lecornu
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No obstante, la idea de golpearse sobre el campo inglés no solo despierta el entusiasmo de los niños y niñas, sino también el de los animadores del campamento de vacaciones. Buena suerte para los animadores, ya que al ser un grupo de veinte jugadores, fueron necesarios dos animadores, debido a que la ley exige que haya un animador por cada doce niños y niñas. Después de enfrentarse a sus amigos, el principal desafío de los niños y las niñas se convierte en derrotar al animador, juntándose cinco contra uno si es necesario. 

El bodyzorbing es una variación del zorbing; otra actividad donde se mete todo el cuerpo en un zorb. Protegido dentro de esta doble burbuja, uno se divierte bajando pendientes o rodando sobre el agua. 

Crédit Pierre Lecornu
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Se cree que este invento de los años 1990 es de origen neozelandés. La actividad se desarrolló en los países anglo-sajones, y por eso la directora del centro de vacaciones decidió agregarla en el programa. “El objetivo es que los niños y niñas hagan algo diferente que recuerden en el futuro, algo que no harán en Francia”. La actividad un éxito, aunque haya sido con un presupuesto que cada año se ve reducido. En general, Adam cobra 180 libras por cada sesión de bodyzorbing de una hora, pero al ser la directora clienta frecuente, le hizo un precio especial de 110 libras. “Aunque sea más caro no pasa nada, estamos aquí para que los niños y niñas descubran un poco Inglaterra, así que les ofrecemos hockey, porrismo y bodyzorbing. ¡podrán jactarse de solo haberlo hecho aquí !”

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