China : en la silla por el año del caballo

Traducido por Garazi Etxezarreta
27 Février 2014



Dado su papel central en las tradiciones del país, el Año Nuevo es el festival más importante en la cultura china. Sin embargo, fuera de China y de los barrios chinos se conoce muy poco sobre esta tradición. Desvelemos las entrañas del Año Nuevo Chino.


© Reuters
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El Año Nuevo Chino cubre un período de quince días de celebraciones basadas en el calendario lunar. Es la celebración que reúne a más chinos con sus familias. A pesar de la diversidad de costumbres y tradiciones, como barrer la casa al comienzo del periodo de festividad, las diferencias regionales persisten, y la pregunta identitaria ¿Quién es chino? sigue sin respuesta.

El nuevo año lunar que acaba de empezar es el año del caballo de madera. El Año Nuevo Chino se basa en el calendario zodíaco chino de ciclos de 12 años que empezó a ser utilizada con la dinastía Han (206-220AC). El calendario asigna el nombre de un animal a cada año: la rata (2008), el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo. El sistema atribuye también uno de los cinco elementos a cada animal: tierra, agua, fuego, madera y metal.

Tradición y Superstición

El Año Nuevo Chino comienza semanas antes de la víspera de Año Nuevo con la limpieza y el barrido de las casas para barrer metafóricamente la mala suerte. Después de haber limpiado la casa, la decoran con luces, recortes y tiras de papel que llevan dibujadas palabras como "福" (fu o buena suerte) o "财" (cai o riqueza). Antes de ir a Harbin, a casa de la familia de una amiga china que me iba a acoger durante el Año Nuevo Chino, compré dos licores de Pekín, fruta fresca y ocho tabletas de chocolate para llevar conmigo. En China, las cantidades de los regalos son importantes en razón de que el chino es una lengua muy fonética. Por ejemplo, regalar cuatro objetos es asociado con la mala suerte según la creencia popular, porque da la casualidad de que en chino cuatro "四" (si) suena como muerte "死" (si). El número ocho, "八" (ba), se asocia con prosperidad y riqueza. Por otra parte, se cree que los números impares no traen muy buena suerte, ya la creencia común sugiere que las buenas cosas tendrían que repetirse siempre. Mientras que los números ocho y nueve tienen en general una connotación positiva, hay también otros números de la suerte en cada zodíaco vigente. En el año del caballo los números de la suerte son el dos, el tres y el siete.

El viaje de vuelta a casa

Con motivo del Año Nuevo Chino, gran parte del país toma las carreteras para volver a casa y cumplir con las reuniones familiares. El Año Nuevo Chino comienza con la luna nueva que marca el primer día del Año Nuevo y termina con la luna llena 15 días después (este año coincide con el Día de San Valentín). Es el periodo punta de desplazamientos, por lo que varios guías de viaje, entre otros Lonely Planet, aconsejan evitar estas fechas a quienes quieran viajar por China, debido a la enorme cantidad de personas en las carreteras, trenes y aviones. A medida que la gente regresa a sus ciudades de origen, ciudades enteras se vacían de golpe. En Pekín, donde normalmente es imposible encontrar un asiento libre en el metro durante las horas puntas, empiezan a verse asientos vacíos, así como cantidad de familias que viajan con grandes maletas.

En el trayecto de tren a Harbin, viajé sentado en un asiento duro intentando cambiar de posición para ver si había alguna manera de estirar mis piernas en aquella disposición de 6 asientos. Al principio intenté comprar asientos más cómodos, pero por mucho que estuviera esperando en frente del ordenador con un amigo chino a la una y media del día que se pusieron en venta los billetes de tren, no conseguimos comprar ningún asiento mejor, porque algunos billetes ya habían sido vendidos internamente: a pesar de las medidas tomadas por Xi Jinping en contra de esta práctica, medidas que tuvieron una gran repercusión en los medios de comunicación, la corrupción persiste. Pero al menos yo no tuve que viajar de pie como una amiga china que tuvo que estar de pie en el tren durante un viaje de 15 horas, sólo pudiendo sentarse en algunas ocasiones como cuando alguien se levanta para ir al baño o al restaurante de a bordo. El viaje en sí fue entretenido. Como era la única waiguoren (extranjera) en el tren, pronto me vi rodeada de una pequeña muchedumbre de chinos curiosos. Terminamos entablando una interesante conversación sobre el regionalismo, la comida china y las tradiciones de Año Nuevo.

En la víspera de Año Nuevo, las familias suelen hacer una gran cena de reunión, el cual incluye varios platos distintos con pollo, cerdo y pescado. De acuerdo con un proverbio chino '年年 有魚' (nián nián yǒu yú, que cada año haya pescado) dejan un poco de pescado en el plato y lo guardan en la cocina durante la noche porque el pescado es una metáfora de la abundancia. Se bebe y se brinda mucho en el nombre del futuro, de la salud y de la prosperidad. Se intercambian sobres rojos (红包, hongbao) llenos de dinero. A lo largo de todo el período de Año Nuevo, es muy común escuchar petardos en las calles, aunque la mayoría de los fuegos artificiales suelen presenciarse en la víspera de Año Nuevo. En los días que suceden la víspera del Año Nuevo, la mayoría de las familias permanecen en casa o visitan otras familias. El día de Año Nuevo, es costumbre que los nietos vayan a visitar a sus abuelos. En los días siguientes se reúnen más familiares y amigos para continuar con las comidas, los brindis y las charlas. Mi familia anfitriona de Harbin compaginó las visitas a las casas de amigos con un poco de turismo, y nos llevó al Festival de Esculturas de Hielo y Nieve, así como al Concurso Internacional de Escultura de Hielo de Harbin.

Credito -- Katrin Heilmann/Le Journal International
Credito -- Katrin Heilmann/Le Journal International
En las ciudades al sur del gélido Harbin, las ferias del templo son muy populares. Las ferias del templo fueron originalmente organizadas por colectivos budistas y taoístas y servían para promover la fe. Hoy en día, su carácter religioso original ha pasado a un segundo plano, y actualmente predomina el aspecto lúdico y comercial. En una de las ferias del templo más grandes de Pekín, en el parque de Ditan (地坛), multitudes de familias comen comida callejera (carne y pescado a la parrilla) mientras miran las actuaciones de comediantes, bailarines, cantantes y acróbatas chinos. Los niños saltan sobre camas elásticas, posan para las fotos o pasean sentados en sillas de manos tradicionales, mientras que sus padres toman fotografías de ellos.

El Año Nuevo Chino concluye con la Fiesta de los Farolillos, durante la primera luna llena del calendario lunar nuevo. En la actualidad, con motivo del festival la mayoría de la gente come yuanxiao, (bolas de arroz) con sus familias, mientras observan la luz de los farolillos en el exterior. Chengdu incluso celebra una Feria de Farolillos en uno de sus parques, donde se pueden admirar muchos tipos de farolillos - entre ellos el famoso "Farolillo Dragón".

Mientras que las tradiciones están en el corazón del Año Nuevo Chino (algunas bastante supersticiosas), gran parte de la antigua China ha desaparecido detrás de las fachadas de brillantes edificios nuevos. Después de que el furor de la Revolución Cultural destruyera varios tesoros nacionales, la adhesión al socialismo de Deng Xiaoping marcó el camino de una rápida modernización y el auge de la construcción. Sin embargo, hasta el día de hoy, uno de los legados de la Revolución Cultural - la ruptura con la tradición - continúa azotando a China, a pesar de la velocidad de la transformación económica y la creación de una China nueva y moderna.

La identidad china de hoy en día es muy compleja. Hay muchas tendencias regionalistas fuertes, reflejadas también en costumbres alimenticias, por ejemplo, la frontera natural del río Yangtze, que separa la dieta a base de fideos del Norte de la dieta a base de arroz del Sur. La religión ya no consigue desempeñar el rol unificador que solía ejercer en China, pues lo comercial lo ha sobrepasado y amenaza con mermar las tradiciones antiguas, como sucede en el Parque Ditan. Aunque la religión podría poseer un carácter unificador, el gobierno la ha dejado de lado, y a menudo la reprimen por provocar agitación en la región de Xinjiang y en el Tíbet, donde grupos nacionalistas reclaman la independencia. Las autoridades chinas utilizan otras herramientas para reivindicar la unión del país, especialmente en lo que respecta a Japón y el conflicto de las Islas Diaoyu/Senkaku. Como ejemplo, la gran cobertura informativa a la controvertida visita al Santuario Yasukuni del Premier Ministro de Japón, y el hecho de que los medios de comunicación chinos no desperdiciaran la oportunidad para poner el punto de mira en la percibida falta de aceptación del la culpa de los japoneses en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, cabe sospechar que el verdadero motivo de la conducta china es promover el "nacionalismo controlado", y utilizar la retórica anti japonesa para forjar un sentimiento de unidad más sólido a través de la muy diversa y dividida China.

El año del caballo ha sido tradicionalmente asociado con la guerra. China se ha visto involucrada en guerras durante varios años del caballo, como en el año 1979 (cuando tuvieron lugar las batallas más significativas de la guerra sino-vietnamita), en 1942 (segunda guerra sino-japonesa), 1930 (Guerra civil china), 1894 (derrota en la primera guerra sino-japonesa) y 1858 (Segunda Guerra del Opio). No obstante, China pone siempre un gran énfasis en la importancia de su ascenso pacífico y de su papel como portador de estabilidad y de potencia económica. Aún así, el reciente tono nacionalista que se está promoviendo mediante la retórica anti japonesa preocupa a muchos - ¿Cumplirá China su promesa? ¿O va a permitir que la rivalidad histórica con Japón crezca y ocupe una posición importante en su política exterior de aquí en adelante? Independientemente de cómo cada uno responda a estas preguntas, el año del caballo de madera y China al mando de su nuevo presidente promete ser, sin lugar a dudas, un año interesante.

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