China: el gobierno busca donantes de órganos, prisioneros absténganse

Justine Jankowski, traducido por Fanny Lutaud
8 Mars 2015



El gobierno chino anunció que dejará de extraer órganos de presos ejecutados a partir de enero del 2015. Sin embargo, en China la donación de órganos no es una práctica habitual, y las autoridades van a tener que encontrar a nuevos donantes.


Crédito: RTBF
Crédito: RTBF

Actualmente en China, según las estimaciones oficiales, dos tercios de los órganos que se trasplantan proceden de una persona condenada a muerte. Si no se extrae un órgano de un condenado a muerte, lo seria nueve veces sobre diez de un prisionero. En China, según una reglamentación de 1984, la extracción de órganos sobre criminales ejecutados es oficialmente legal, con el consentimiento del condenado o la autorización escrita de sus allegados. Sin embargo, las ONG denuncian los abusos de las autoridades chinas que, la mayor parte del tiempo, ni siquiera piden el consentimiento del prisionero o de su familia.


Crédito: Justine Jankowski
Crédito: Justine Jankowski
¿Una práctica pasada? En noviembre, el gobierno chino afirmó acabar con las extracciones de órganos sobre los  condenados a muerte a partir del 1ero de enero del 2015. Sin embargo, el uso de los órganos de los prisioneros da respuesta a una demanda enorme. Uno estima que cada año 300 000 pacientes necesitan un trasplante de riñón o de corazón, pero en realidad, apenas se practican 10 000 intervenciones, según la agencia Nueva China. El país ya hacía frente a una enorme falta de donantes. 

Una práctica poco difundida en china

¿De dónde procede esta falta? La donación de órganos es poco extendido en el Imperio del Medio. Liyou Zhang, estudiante china en ciencias políticas en Paris explica: Según la tradición china, es importante preservar el cuerpo entero de los difuntos, para que sean intactos en su vida futura. Por eso los cuerpos no deben ser quemados sino enterrados. Según la estudiante, “es posible que hoy los jóvenes chinos sean más abiertos a la donación de órganos. La dificultad será convencer a sus padres.”

Este recelo a propósito de la donación de órganos procede de las escrituras confucianas, que influyeron la cultura china. En el Libro de la piedad filial, Confucio escribe: “Nuestro cuerpo, nuestros pelos, nuestra piel, proceden de los padres, no deben ser dañados: es el punto de inicio de la piedad filial.” El cuerpo debe ser y permanecer “uno e indivisible”.

Volvemos al año 2015. El año pasado, sólo 3 000 enfermos pudieron ser salvados. Según Huang Jiefu, director del Comité Nacional de Donaciones de Órganos y ex vice-ministro de la salud, 1 300 chinos dieron sus órganos a título póstumo este mismo año. Una cifra en aumento, pero que no basta con la demanda. ¿Cómo las autoridades chinas van a paliar esta carencia?

Los requerimientos públicos se multiplican

Desde hace unos años, Liyou Zhang ha observado que los medias cuentan cada vez más historias sobre la donación de órganos: un paciente a punto de morir salvado por un donante, una persona que padece de cáncer que autoriza su médico a dar sus órganos después de su muerte, etc. Historias que “dan sentido a la vida”, analiza la estudiante y que, dictadas por el poder político, podrían incitar a las poblaciones a cambiar su opinión a propósito de la donación de órganos. Pero por el momento las cifras siguen catastróficas: sobre diez millones de chinos, solo seis estarían dispuestos a dar sus órganos. Según el Comité Nacional de Donaciones de Órganos, ese índice es 62 veces más importante que en España. 

Hôpital universitaire de Wuhan. Crédit Wiki commons Crédito: Hospital universitario Crédito wiki commons
Hôpital universitaire de Wuhan. Crédit Wiki commons Crédito: Hospital universitario Crédito wiki commons
En Wuhan, el hospital universitario que se construyó en cooperación con el CHU de Nancy se desarrolla cada vez más sobre el modelo de su primo francés. Fue designado para estar en el centro de la actividad de trasplantes de órganos. En 2009, el hospital abrió un “laboratorio de ingeniería celular y tisular, aplicable en medicina regenerativa”. ¿Cuál es el objetivo? Desarrollar células madres que sean compatibles con trasplantes de hidalgo o de corazón artificiales. Gracias a la línea de alta velocidad que se inauguró en 2011, Wuhan solo se sitúa a tres horas de Canton, una de las más grandes megalópolis del país con 8,5 millones de habitantes. Sobre todo, Canton instauró un sistema de donación de órganos, iniciado por la Cruz Roja china desde marzo del 2011. El proyecto se extendió en 38 hospitales chinos, lo que permitió recaudar 465 donaciones. Pero la mayoría de los donantes proceden de Canton, donde una centena de órganos fueron extraídos. 

La tecnología y la comunicación de masas son los dos recursos que necesitan los poderes públicos en este combate contra las cifras. La difusión de un mensaje a escala nacional nunca fue un problema para la Republica Popular. Pronto, el país será a la punta de la tecnología en los trasplantes. Lo único que queda será entonces recuperarse.

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