COP 21: Las comunidades se movilizan

Jessica Robineau. Traducido por Aino Lehtonen
9 Août 2015



El 1 y 2 de julio, en el ayuntamiento de Lyon en Francia, las ciudades y las regiones reunidas en la Cumbre sobre el clima y los territorios anunciaron su empeño en la lucha contra el cambio climático. En un ambiente histórico y solemne asistimos a la elaboración de la declaración de la Cumbre con el objetivo de que los Estados lleguen a un acuerdo ambicioso durante la COP21 (Conferencia "Paris Climat 2015").


Crédito: Philippe Desmazes - AFP
Crédito: Philippe Desmazes - AFP
Reunidos en grupos de trabajo, asociaciones y representantes del mundo ofrecieron propuestas concretas en el plano regional. Se fijó el objetivo. La sociedad civil pretende incitar a los jefes de Estado a participar más activamente en el combate contra el cambio climático. En la apertura de la Cumbre, el Presidente francés François Hollande ya hizo la promesa de integración de las ciudades y las regiones en las negociaciones de la COP21 y se afirmó en favor del "acceso directo de las comunidades locales" a los fondos que se movilizarán en el marco del futuro acuerdo internacional - 100 mil millones de euros al año, a partir del año 2020. 

Los representantes y las ONG bregan

Cinco meses antes de la COP21, las redes colectivas locales y las redes de las ONG dieron el ejemplo para luchar con más fuerza contra el cambio climático. La presidenta de WWF, Samantha Smith, afirmó que "el hecho de que la cumbre tenga lugar ya es positivo, sabemos que los alcaldes de Bogotá, de Lyon y de Paris aplican medidas concretas especialmente en materia de transporte, y siguen comprometidos con el asunto". Expresó su satisfacción "con el post-cumbre debida a la dedicación de los alcaldes invitados". La presidenta también mencionó los esfuerzos realizados por Francia, pero a pesar de su compromiso a nivel internacional, " hacen falta avances a nivel nacional". 

Así, 800 personas y 80 países se han desplazado para llegar a la declaración común de la Cumbre. Durante la última sesión plenaria, los representantes se distinguieron por su dinamismo. Hakima El Haite, la ministra delegada encargada del Medio Ambiente en Marruecos, habló del "cambio de la cultura, del cambio del paradigma, de la sociedad" como medida para contrarrestar el cambio climático. Para ella, no es consistente exigir a los países que sean limpios mientras que las finanzas subvencionan centrales de carbón. 

Marruecos, que albergará la Conferencia de clima en 2016 (COP22), acaba de hacer pública su contribución a la lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero. El país no forma parte de los países más productores de contaminantes – ocupa la posición 78 en términos de emisiones de GHG – pero se compromete a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 32 % de cara al 2030, si recibe un apoyo financiero internacional suficiente. 

Crédito: DR
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Estaban presentes los alcaldes de Bogotá, Copenhague, Dakar y de Ginebra, así como el alcalde de Bristol, quien hizo un llamamiento para “no dejar atrás a los Estados”. En la ciudad de Bristol se centralizan todos los datos de la contabilidad de carbono generada por las autoridades locales a través del sitio de Carbon Climate Registry

Poco después de la intervención de los representantes, los mecenas de la Cumbre también hicieron uso de la palabra. Su papel sigue siendo ambiguo, puesto que no han hecho ninguna propuesta y la contaminación generada por sus empresas no se puede considerar insignificante.

¿Hacia la “descarbonización de la economía mundial”?

En la declaración preparada por el conjunto de los agentes no estatales, se trata de impedir una elevación de las temperaturas superior a 2 grados y también de hacer frente a este reto con una descarbonización de la economía mundial. Anne Hidalgo afirmó que hay que dar la espalda a las energías fósiles para avanzar hacia las energías renovables. El texto habla de la “transformación hacia una economía con bajas emisiones de carbono”, pero el término “energías fósiles” no se menciona en la declaración.

No obstante, la declaración de la Cumbre enumera varias cuestiones clave: se mencionan “la pobreza, la presión sobre los recursos, la urbanización, los derechos de las populaciones autóctonas, la biodiversidad, la adaptación a las consecuencias del cambio climático y la educación”. Eso revela que la lucha contra el cambio climático debe acompañarse de varias medidas sociales. 

En el texto, las redes presentes también se han comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de 1,5 billones de toneladas para 2020. En relación con la reducción de 9 billones de toneladas que se exige para aquel año para mantener el calentamiento global por debajo de los 2° C, los territorios firmantes - en los cuales vive menos de un 12 % de la población mundial - aportarán una contribución de un 15 %. 

La movilización de las ciudades y de las regiones muestra que el evento ha sido uno de los pasos más importantes previos a la COP21. Dar el ejemplo, incitar a los Estados a comprometerse: la multitud de firmas de la declaración de la Cumbre deja prever la gran importancia del papel de las ciudades y las regiones durante las negociaciones que tendrán lugar en diciembre próximo. 
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