Nuevos billetes circulan por Buenos Aires desde el 20 de septiembre. Con un valor de cien pesos (aproximadamente 17 euros) eses billetes ilustran el retrato de Eva Perón. Para el gobierno, la idea inicial era rendir homenaje a la ex primera dama de Argentina. Para la presidente Cristina Kirchner, la nueva versión pretende inmortalizar el recuerdo de Eva y pues reemplazar el tradicional billete de Roca. Sea un gesto simbólico o un culto de la personalidad, lo cierto es que la puesta en circulación de ese nuevo billete revela una antigua división política todavía existente en la sociedad actual.
El recuerdo de “Evita” sigue ocupando un gran lugar en las mentes, algunos la ven como la Madre de los Pobres mientras otros la consideran como una prostituta con ideas antisemitas. La ex esposa del General Perón, presidente argentino de 1945 a 1955, representa una imagen controvertida. Para los peronistas, ella encarna un ejemplo de ascenso social e de éxito. Hija ilegitima y pobre, ella vino a Buenos Aires para trabajar de actriz y acabó por ser presidente de la fundación Eva Perón, cumpliendo una amplia función social e política. Laboró por la legalización del voto de la mujer en 1949 y originó numerosas reformas que mejoraron las condiciones laborales y la calidad de vida de las clases desfavorecidas. En cambio, según sus opositores, ella representa el rasgo clientelista y populista del gobierno Perón al imponer las ideas de su marido mediante mucha propaganda y la censura de la oposición.
Un cáncer del útero la corroyó y ella falleció a los 33 años. La dictadura militar que siguió desechó su recuerdo que sin embargo quedó presente en las mentes. Resurgió recientemente a través de Cristina Kirchner, al poder desde 2011, que parece consagrarle un verdadero culto de la personalidad. Existe el Museo Evita, se erigen estatuas a su efigie, también hay referencias al icono en todos los discursos presidenciales, lo que desde entonces deja aparecer Kirchner como la nueva mujer del pueblo descendiente de la “madre de los pobres”.
“Eva no está muerta, ¡entró en la inmortalidad!” anunció la Presidente en un discurso pronunciado el 26 de julio de 2012, día de conmemoración del fallecimiento de Eva Perón y de la inauguración de los nuevos billetes. Ésos tenían que ser emitidos en edición limitada en homenaje a la segunda esposa de Perón. Pero, la Presidente hizo más, como lo relata el periódico Clarin, al anunciar que reemplazarían el tradicional billete Roca. Es así que por primera vez aparece una mujer sobre la moneda argentina.
El 20 de septiembre pasado el Banco Nacional puso en circulación 20 millones de estos nuevos billetes impresos por la Casa de Moneda con la asistencia de expertos suizos. El patrón se inspira en el antiguo modelo de un billete de 5 pesos cuya producción, que había empezado después de la muerte de Evita en 1952 nunca había podido acabar por haber sido interrumpido por la Revolución Libertadora. De color violeta y rosa, presente el perfil izquierda del rostro de Perón, rodeado de hojas e de flores de Ceibo que es el símbolo de la nación argentina. No obstante, como lo subraya un artículo publicado en La Nación, son muy escasos en el mercado. De hecho los nuevos billetes poseen un defecto de fabricación que hace imposible sacarlos desde un cajero automático. Es un error grave que frena la producción y que vuelve caduca la utilización de los nuevos billetes. Según el periódico Clarin, estimaron a 14,5 millones de dólares el coste de la operación. Un coste que recibe descontento en periodo de inflación.
El tradicional billete de Roca ilustrado con la efigie del autor de un genocidio
Reemplazar el actual billete de 100 pesos tendría implicaciones importantes. Editaron eses billetes en la época del Presidente Menem en los años 1990, con la ilustración del rostro de Roca que es un antiguo jefe militar y político que lideró la conquista del desierto de 1879 a 1884. Según los historiadores, ésa se analiza en realidad como una campaña de purificación étnica, incluso como un verdadero genocidio. En un contexto de expansión de la industria argentina, el General Roca de hecho condujo su ejército hasta Patagonia, así otorgo a Argentina 30 000 hectáreas de tierra y también asesinó a 20 000 indígenas que pertenecieron a los pueblos étnicos mapuches. Capturaron a los 10 000 sobrevivientes, emplearon a las mujeres como sirvientas, enviaron los hombres en campos de exterminación ubicados en la isla de Martin García, y dieron los niños a familias blancas de Buenos Aires. Un periodo sombrío de la historia argentina que pocos cuentan en la prensa argentina e internacional y cuyo recuerdo esta aún impreso con toda impunidad sobre los billetes de 100 pesos.
Traducción : Mathilde Mossard