Acuerdo de libre intercambio entre la UE y EEUU: la agricultura en peligro

Guillaume Tarantini, traducido por Oriane Commarmond
20 Juin 2013



El proyecto de acuerdo de libre intercambio entre la Unión Europea y Estados Unidos reaviva las preocupaciones de un sector ya en la cuerda floja.


Acuerdo de libre intercambio entre la UE y EEUU: la agricultura en peligro
El pasado 23 de mayo, el Parlamento europeo encargó a la Comisión europea la negociación de un acuerdo de libre intercambio entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos. Mientras la atención está centrada en la cuestión de la excepción cultural, otras profesiones, entre las cuales los agricultores, se preocupan por su porvenir.
  
Este acuerdo persigue la creación de nuevas oportunidades para las empresas europeas, con el objetivo de estimular el crecimiento y el empleo. Según la presuposición defendida en octubre por Guido Westerwelle, ministro de Asuntos Exteriores alemán, “el libre intercambio es un motor de crecimiento”.
  
El acuerdo se centra en las barreras no arancelarias, es decir las normas y las reglas sanitarias. Los diputados europeos han pedido que las diferencias de puntos de vista entre Estados Unidos y la UE no amenacen el principio de precaución, especialmente en lo referente a los OGM, la clonación y la salud de los consumidores. ¿Todavía será posible defender esta posición una vez empezado el proceso? La historia reciente del sector agrícola empuja a pensar en una respuesta negativa.

CRECER O DESAPARECER

A principios de los años 1960, el Estado francés se lanza en una política de modernización de la agricultura. Estas leyes de orientación agrícola suceden al nacimiento del mercado común y coinciden con el inicio de la política agrícola común (PAC), que garantiza a los agricultores precios competitivos y la apertura al mercado europeo. El gobierno de Michel Debré desea hacer de Francia una gran potencia agrícola y pide a los agricultores que sean competitivos para conquistar el mercado mundial. Es la industrialización forzada de la agricultura.

En un contexto de competencia internacional exacerbada, la modernización de la agricultura desemboca en una tendencia productivista. En efecto, siempre hay que producir más, a menor coste, para dominar el mercado (y permanecer vivo). Los agricultores franceses se enfrentan a una alternativa: crecer o desaparecer. Los costes sociales y ambientales recaen sobre la sociedad.

EL ENGRANAJE DEL ENDEUDAMIENTO

Poco a poco, el endeudamiento se convierte en un pilar del modelo productivista. Para ser competitivos, los agricultores tienen que adquirir equipamientos modernos y con buenas prestaciones, pero costosos. No tienen los recursos financieros suficientes para asumir estas inversiones y entonces recurren al crédito.
  
Como consecuencia de esta tendencia, el endeudamiento medio de los agricultores no ha cesado de incrementarse. Actualmente, alcanza más de 160.000 euros. Para un jefe de explotación de menos de 40 años, el endeudamiento medio puede llegar hasta 200.000 euros.
La asociación Solidarité Paysans (“Solidaridad Campesinos”), que ayuda a los agricultores en dificultad, subraya la relación entre esta tasa de endeudamiento y el modelo agrícola. Perseguidos por el reembolso de sus préstamos, los agricultores temen cada incidente (climático, sanitario o económico). Entonces, intentan protegerse, proteger su producción y se decantan por las llamadas técnicas dichas modernas, como los pesticidas o los OGM, en detrimento de una agricultura viva.
Liberalización, productivismo y financiarización de la agricultura están entonces estrechamente ligados. Aceptar el acuerdo de libre-intercambio UE/EEUU es presionar aún más a los agricultores. Éstos tendrán que seguir el avance del sector: crecer, modernizarse para aumentar su productividad. Fatalmente, recurrirán al endeudamiento y dependerán de los bancos y de la agroindustria. El empeoramiento de las condiciones de trabajo y los daños ecológicos son la consecuencia lógica de tal sistema.

Los diputados europeos fingen defender una agricultura sin OGM. Con el acuerdo de libre intercambio, contribuyen a crear las condiciones que la harán imposible, impidiendo la autonomía técnica y económica de los agricultores.

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