Un gigante inflable denuncia las desigualdades en Londres

Blanche Pautet, traducido por Manon Millencourt
28 Mars 2015


Un grupo autónomo y autogestionado por londinenses, los My Fair London, protestan contra las desigualdades en aumento constante dentro de la capital. Al aproximarse de las elecciones generales de mayo de 2015, el tema de la pobreza está más que nunca en el centro de los debates.


"Si la economía londinense sale mejor adelante que el resto del país, eso disimula que la tasa de pobreza de Londres es la más elevada" declara Bahrat Mehta, Director General de la fundación Trust for London. Según el London’s Poverty Profile  , un estudio publicado a fines del año 2013, un 28% de la población londinense vive por debajo del umbral de pobreza. Dicho de otro modo, 2,1 millones de personas tienen un ingreso inferior al 60% del ingreso medio en Gran Bretaña. La pobreza no afecta a toda la población sino a las mujeres, a los empleados que trabajan a tiempo parcial y a los trabajadores mayores ósea categorías de personas cuya situación ya era precaria. Los principales sectores concernidos son los de la venta, del mantenimiento, de la hostelería y de la restauración. Constatamos una reducción de los salarios de un 23,7% para el 10% de los más pobres de Londres. Mientras que aumentan los alquileres y disminuyen las prestaciones, estas desigualdades tienen consecuencias sobre el reparto físico de la pobreza en Londres.

Una geografía de la pobreza

En abril de 2013, el gobierno implementó la Bedroom Tax, una reducción de las prestaciones para los ocupantes de viviendas con uno o varios cuartos libres. Aunque prevista para liberar espacio alentando los beneficiarios de prestaciones a vivir en una vivienda adaptada a su tamaño, este impuesto está al origen de una evolución en el reparto de las riquezas en Londres. La ciudad se divide en dos partes: el Inner London agrupa los barrios del centro de Londres y el Outer London designa los de la periferia. El precio de la vivienda en el Inner London es ahora inaccesible. Hoy en día, el alquiler medio de un hogar en el Inner London alcanza 1.300 libras al mes contra 950 libras en el Outer London y solo 475 libras en el resto de Inglaterra. De ello resulta un éxodo de las familias más pobres hacia el Outer London. Paralelamente, los londinenses más ricos se instalan en el Inner London, mucho más atractivo para las poblaciones adineradas. Hannah Aldrige, coautora del London’s Poverty Profile, comenta: “El Londres que la mayoría de la gente ve – el West End, Westminster, la City – nunca ha sido tan rico. El Londres que la gente no ve nunca ha sido tan pobre.”

Aparte del alza del precio de la vivienda, son las diferencias de salario que perjudican a las poblaciones de las clases medias y populares. El partido verde de Inglaterra y de Gales propone la implementación de un salario base para reducir las desigualdades. Al aproximarse de las elecciones generales de mayo de 2015, el salario base es ahora el tema principal del discurso de Natalie Bennett, líder del partido. “Un salario base permite sentirse en seguridad” declaró a la BBC1 en enero pasado. La situación en Inglaterra es tal que el salario mínimo es inferior al salario digno y no permite satisfacer las necesidades de la vida cotidiana de un hogar. Según Bennett, que se expresó durante un debate para World Finance, la inseguridad está directamente vinculada con el consumo excesivo y de hecho con el agotamiento de los recursos. Pues crear un sentimiento de seguridad contribuiría en el bienestar social y en la protección del medio ambiente.

Combatir las desigualdades salariales para reducir la pobreza y salir de la crisis, también es lo que proponen los militantes de la Fair Pay Fortnight, que tiene lugar en este momento en Gran-Bretaña. Hasta el 1 de marzo, los sindicatos organizan eventos con el objetivo de informar y alertar la opinión pública a nivel nacional sobre el problema de la desigualdad de los salarios. A nivel de la capital, el grupo My Fair London está implantando en la calle un dispositivo inusual para denunciar importantes diferencias salariales.

Un enorme signo de exclamación

Crédito My Fair London
« Es un enorme signo de exclamación » declaró una transeúnte delante de la Abadía de Westminster en mayo de 2013. Y con razón, el gigante inflable de 5 metros de altura no pasa desapercibido. Mascota del grupo My Fair London, este hombre de negocios de plástico es un instrumento contundente que ilustra visualmente las desigualdades salariales en Londres. El tamaño del gigante corresponde al valor del salario de un directivo de una del FTSE-100, las cien empresas más importantes de la Bolsa de Londres ósea 4,5 millones de libras al año. En comparación, una enfermera solo medía unos centímetros de altura. Desde esta primera aparición, el gigante se convirtió en el emblema de esta organización autogestionada en su lucha contra la pobreza. Reducir las desigualdades es el mejor medio para salir de la crisis. Eso es el argumento principal. 

The Spirit Level: why more equal societies almost always do better de Richard Wilkinson y Kate Pickett inspiró a los miembros del grupo. Publicado en 2009, esta obra explica en qué medida las sociedades donde las desigualdades son reducidas salen mejor adelante aun cuando tendrían cifras medias inferiores a las de una sociedad más rica en términos de ingresos. Así pues reducir la brecha sería más provechoso para Londres aun cuando implica que se produzca menos riquezas. Además, el autor Richard Wilkinson demostró durante su conferencia TED en julio de 2011 que la riqueza de un país no es necesariamente proporcional a la calidad de vida, en lo que concierne la esperanza de vida, la educación y la criminalidad.

Son tantos factores sobre los cuales la desigualdad social tiene una influencia innegable: está en el origen de la inseguridad y tiende a exacerbar la violencia. Como lo dijo en 2013 el militante de My Fair London Sean Baines durante el London Z-DAY, evento anual organizado por la Zeitgesit Society para una transición hacia un modelo económico mundial más duradero: “En los países desarrollados, cuanto más desigualdades hay, más problemas sanitarios y sociales hay.”

Crédito The Spirit Level: Why Equality is Better for Everyone
Si el sistema capitalista permitió a nuestras sociedades occidentales prosperar a lo largo del siglo pasado, My Fair London lo considera como obsoleto en los albores de una era en la cual las desigualdades relativas son tan preocupantes como la pobreza absoluta.