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La Revolución de Terciopelo, que tiene su nombre de su carácter pacífico, puso fin a unos 45 años de régimen comunista en Checoslovaquia. Fue seguida de un “divorcio” con la Eslovaquia, ella también calificada de terciopelo, que dio luz a la Republica Checa en 1993.
Este 25 aniversario era la ocasión de rendir un homenaje a los estudiantes que tuvieron la iniciativa de manifestar contra el poder establecido y que fueron severamente reprimidos por la policía. La intervención policial aparte, es este sentimiento de indignación y de protesta que se encontraba en las calles de Praga donde carteles anunciando “No queremos ser una colonia rusa” o “Basta con Zeman” eran numerosos.
Tarjeta Roja para Milos Zeman
El presidente Zeman, al poder desde marzo del 2013, es una persona particularmente controvertida, con una afición no disimulada para los alcoholes fuertes. Criticando las sanciones respecto a Rusia, calificando los eventos en Ucrania de “guerra civil” y los Pussy Riots de “putas” durante una intervención en la radio al inicio de noviembre, el presidente provocó la ira de una parte de la población checa. Zeman también declaró que la revuelta estudiantil de 1989 fue solo un evento entre otros que condujo a la revolución. Este tipo de comentarios y una posición política considerada como pro-ruso, golpea particularmente a la joven población hoy. Estimamos entre 5000 y 7000 el número de personas que vinieron a manifestar, con una tarjeta roja. Como en el futbol, los manifestadores agitaron sus tarjetas como para invitar al presidente a dejar su puesto lo más rápido posible.
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Es cuando deseó pronunciar su discurso y revelar una placa conmemorando a los estudiantes de 1989 que la situación empeoró. La muchedumbre le acogió con silbatos y lanzamiento de huevos. Su servicio de seguridad utilizó paraguas para protegerle durante que él habló a la gente. “No tengo miedo de vosotros, así como no tuve miedo hace 25 años” le gritó a la muchedumbre. El presidente alemán, Joachim Gauck, invitado para la ocasión con los presidentes eslovaco, polaco y húngaro, habría sido tocado por un pedazo de cascara de huevo, lo que le habría hecho sonreír según algunas declaraciones. Es en un clima de desaprobación de una parte de la población respecto al presidente que se desarrolló esta jornada de conmemoración antes de que otra polémica aparezca.
“The Wall Is Over”
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Recubierto por pintura blanca con esta sola inscripción en el centro, así encontraron los habitantes de Praga el “Lennon Wall” por la mañana del 17 de noviembre. Repintado durante la noche por cuatro estudiantes de artes, este muro es, desde los años 1980 un símbolo de la ciudad de Praga en su lucha contra el régimen comunista. El famoso cantante de los Beatles, John Lennon, símbolo de esperanza y de libertad fue representado en este muro donde la gente llegó para inscribir mensajes, letra de canciones o también dejar velas como signo de protestación. Después de la caída del régimen, el muro se convirtió en una atracción turística y estaba siempre cubierta con nuevas inscripciones, conservando una simbólica muy fuerte. Recientemente otro “Lennon Wall” apareció, en Hong Kong donde los estudiantes protestan ellos también de manera pacífica. Un mensaje de apoyo apareció entonces en el muro de Praga.
Después de la repinta del muro, mucha gente expresa su consternación por lo que algunos calificaron de “vandalismo”. Desde entonces los estudiantes explicaron su acción. Uno de ellos, Jan Dotrel explicó mediante un mensaje en Facebook que la inscripción “The Wall is Over” es una referencia a la canción de Lennon “Happy Xmas” (War Is Over). La idea del proyecto era de celebrar los 25 años de la Revolución de Terciopelo y de dar un nuevo impulso al muro, ofreciendo una página blanca para que las nuevas generaciones puedan expresarse. Apoyado por los profesores, reafirmaron el valor artístico del proyecto y se defienden de todo acto de vandalismo. Sin embargo acciones judiciales fueron anunciadas por la Orden Soberana de Malta a quien pertenece el muro. Este proyecto tuvo un impacto muy importante a causa de las celebraciones del 25 aniversario, pero no es la primera vez que se repintaba el muro. Las autoridades comunistas lo repintaron a menudo durante los años 1980 y en el 2000, otro grupo le recubrió con pintura verde. El muro ya recuperó mucho de sus colores y numerosas inscripciones reaparecieron. Una de las primeras fue “The Wall Is Never Over”