Religión y tecnología: cuando la iglesia se aplica

Maylis Haedgel, traducido por Margarita Rojas
4 Juillet 2015


Desde la elección del Papa Francisco, el 13 de marzo de 2013, la iglesia ha modificado radicalmente sus costumbres tradicionalistas. Este moderno Papa ha sorprendido tanto a católicos como a no creyentes con opiniones menos conservadoras que las de sus predecesores. Con 19 millones de seguidores, el Papa Francisco es la segunda personalidad política más popular en Twitter. Sus tweets, traducidos en nueve idiomas entre ellos el latín, casi siempre son razonamientos bíblicos que invitan a los seguidores a reflexionar sobre temas de actualidad. La disposición del jefe de la Iglesia católica para utilizar las nuevas tecnologías y así transmitir un mensaje ha motivado a diferentes iglesia a hacer lo mismo.


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Ya en 2008 el sitio estadounidense Life Church había lanzado una aplicación móvil para leer la Biblia. Dicha aplicación es actualmente la más utilizada a nivel mundial y cuenta con versiones en más de 600 idiomas y con un audio libro. Disponible para Android, iOS y Windows Phone, ésta es ya la quinta edición y ha sido descargada más de 140 millones de veces.

Fue en marzo de 2010 que la aplicación Messe Info vio la luz en Francia, en ella se pueden encontrar los horarios de misa así como las grandes fiestas cristianas. Más tarde, en noviembre de 2010, el sitio de referencia de la Iglesia católica inauguró su aplicación móvil : Eglise Info, la cual permite seguir la actualidad de la Iglesia en directo. Desde entonces, más y más iglesias han decidido conectarse a internet.

Acercarse a los fieles mediante las aplicaciones móviles

En noviembre pasado, la diócesis de Montreal lanzó una aplicación móvil para acercarse más a los fieles: gracias a un mapa interactivo es posible localizar la iglesia más cercana, así como saber la hora de la misa siguiente. La aplicación también permite estar informado sobre los últimos acontecimientos relacionados con la religión, y a su vez, direcciona hacia videos en Youtube. En el sitio oficial de la Diócesis de Montreal se puede encontrar la sección “médias sociaux” (medios sociales) donde se menciona que “los nuevos medios de comunicación representan una extraordinaria ocasión para la iglesia de relacionarse de manera directa con millones de personas”.

La aplicación sirve igualmente de agenda para los fieles, en ella, se compilan todos los eventos y las actividades propuestas por la diócesis de Montreal. Esta aplicación es una verdadera red social donde los fieles pueden postear una oración, leer las intenciones u orar por los demás, creando así una comunidad de fieles online. Además, desviándose un poco de su concepción original, dicha aplicación podría servir también de guía para el turismo en iglesias, según las expectativas de la diócesis.

El continente africano cuenta con una densa población cristiana, con la que el trato es a veces delicado y la comunicación difícil; por ello, la Iglesia desempeña frecuentemente el papel del gobierno. La revolución de los Smartphones y la creación de aplicaciones móviles por parte de la Iglesia en África, han permitido crear un enlace de comunicación entre parroquias y feligreses.

En Nigeria, por ejemplo, país africano donde se concentra la mayoría de los cristianos, ciertas comunidades virtuales suman más de diez mil miembros. Con estas aplicaciones, además de motivar a los feligreses a orar, los sacerdotes pueden también proporcionarles una orientación espiritual, lo cual es más fácil por el carácter anónimo de la Web. Dichas aplicaciones permiten entonces administrar y censar a la población de un continente donde el gobierno es algunas veces ineficaz. En estos lugares, las iglesias proporcionan a los fieles asistencia social y servicios diversos.

Iglesias conectadas: opiniones divergentes

Las opiniones sobre esta nueva herramienta de comunicación están divididas. Una parte de la Iglesia piensa que internet (principal vector para la globalización) permitirá la expansión del cristianismo y por consiguiente la evangelización de un mayor número de personas. Al derrumbar las fronteras y al crear vínculos entre los cristianos, internet, y en particular las aplicaciones móviles, construyen una comunidad de forma más fácil y rápida.

Por otra parte, algunas personas temen que la posibilidad de hacer una oración desde su casa y frente a un celular pueda, por el contrario, destruir la comunidad eclesial. Si todo pudiera hacerse a distancia, los fieles podrían incluso dejar de sentir la necesidad de ir a la iglesia. Asistir a la ceremonia de la misa, reunirse con los miembros de la Iglesia y platicar con ellos; todas estas costumbres de los cristianos podrían ser remplazadas por las nuevas tecnologías.

No obstante, estos ejemplos muestran que religión y nuevas tecnologías no son incompatibles. Por el contrario, estas aplicaciones móviles permiten a los representantes de la Iglesia dirigirse a un mayor público y sobre todo a los jóvenes. Con motivo de la cuadragésima séptima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el Papa Benedicto XVI se había dirigido a la comunidad cristiana con las siguientes palabras: “La capacidad de utilizar los nuevos lenguajes de comunicación es un requisito no tanto por estar a la moda pero sobre todo para permitir que el Evangelio tome formas de expresión que permitan tocar las almas y los corazones de todos”. El Santo Padre había animado dichas iniciativas ya que complementan la práctica y la propagación de la buena nueva.

Al igual que el Papa moderno mantiene una relación cercana con los fieles, la revolución de las aplicaciones móviles en las iglesias del mundo, reconcilia a los jóvenes con la religión y crea un vínculo entre los creyentes. La iglesia siempre ha sido una red social y lo que hace actualmente no es sino adaptar su modo de funcionamiento a las expectativas del mundo y a los nuevos desafíos de comunicación.