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José Socrates, primer ministro durante seis años hasta 2011, fue detenido el viernes 21 de noviembre por corrupción, blanqueo de dinero y evasión fiscal. Es la primera vez desde la revolución que un hombre político tan importante es detenido en Portugal. El antiguo gobernador tenía 20 millones de euros en una cuenta en Suiza. José Socrates logró que una parte de este dinero entre en Portugal, gracias al Régimen Extraordinario de Regularización Tributaria (RERT) que se instauró en 2009 durante su mandato y que aprobó él mismo. Este dispositivo permite una corrección fiscal, o sea un tipo de perdón de evasión fiscal. Estas acusaciones están siendo estudiadas. Sin embargo serían coherentes con su estilo de vida, que es mucho más elevado de lo que le permiten sus rendimientos. Su piso en el centro del distrito 16 de Paris, que tiene un valor de 2,8 millones de euros es particularmente sospechoso.
Por el momento, se investiga el caso. Desde entonces, ya hubo tres habeas corpus, principio según el cual cada persona detenida tiene el derecho de saber por qué y de qué está acusada; luego puede quedar en libertad bajo fianza y ser presentada unos días más tarde ante un juez. La primera solicitud de un ciudadano fue rechazada por los jueces del Tribunal Supremo, puesto que no hay abuso de poder y que el ex primer ministro está encarcelado de manera legal. Otro ciudadano hizo la segunda solicitud, que no fue tomada en cuenta puesto que no correspondía a las normas de una solicitud oficial. Por fin, la tercera solicitud lo hizo un emprendedor el martes 9 de diciembre y denunciaba una conspiración entre ciertos hombres políticos. Dicha solicitud no tuvo resultado, y el Tribunal recuerda otra vez que no hubo violación ninguna durante el arresto de José Socrates.
En todos casos, como lo dice Paulo de Almeida Sande, un profesor de universidad, los casos como el de Socrates o incluso el de João Vale e Azevedo, abogado portugués quien blanqueaba dinero y fue detenido el año pasado, solo son la punta del iceberg. Estos casos ocurren a menudo y son muchos los políticos que están implicados.
Los golden visados: cuando la corrupción se vuelve evidente
Los visados de oro se otorgan a extranjeros que quieren residir y sobre todo investir en Portugal. Desde que se crearon dichos visados en 2012, se invirtieron 972 millones de euros en el país. Los chinos son los principales beneficiadores, puesto que hoy en día representan 80,5% de las 1775 personas que tuvieron acceso al visado. Hay que tener en cuenta que esta cifra se triplicó en 2014. La única manera para adquirir el visado es con la compra de una propiedad en Portugal por un valor mínimo de 500 000 euros, por transferencia de capital o con la creación de diez puestos de trabajo. Solo tres personas obtuvieron el visado con esta última opción.
En efecto, la mayoría fueron obtenidos por compras inmobiliarias, cuyo precio ha sido revisado al alza por Antonio Figueiredo, presidente del Instituto de los Registros y Notariado (IRN), y María Antonia Enes, secretaria general del Ministerio de Justicia. Ambos conocían los precios del inmobiliario y los aumentaron, para que los inversores obtuvieran su visado más rápidamente, mientras que ellos tomaban sus partes. Parece que incluso se creó una cuenta bancaria en el banco donde trabaja el primo de Figueiredo, con la única intención de blanquear este dinero. Esto es plausible si uno considera que el presidente del Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF), Manuel Palos, cerró los ojos sobre estos casos por una comisión de 10%. Sin embargo, esto solo representa una pequeña parte de la red, puesto que actualmente 14 personas se encuentran bajo inspección, de las cuales un ministro, una secretaria general y varios emprendedores. Todos estos vínculos forman un verdadero laberinto, nombre que se le dio a la investigación (Operación Laberinto).
Banco Espírito Santo (BES): cuando el banco más importante del Portugal quiebra
En 2012, el BES ocultó 1,2 mil millones de euros de deudas. El deterioro era en ese entonces de 2,5 mil millones de euros. A continuación, el banco declaró que no reembolsará un préstamo de 897 millones de euros a Portugal Telecom, principal operador de telecomunicaciones del país. Hay que tener en cuenta que hoy en día, el banco posee más de 10% de las acciones de la empresa, privada desde 2011. De la misma manera, el Grupo Espírito Santo, que reúne al banco BES y otras inversiones internacionales, adquirió deudas con dos otros bancos portugueses importantes. Esto tuvo como consecuencia la quiebra del Banco Espírito Santo y la creación del Banco Novo, durante la cual el Banco de Portugal se dio cuenta de una financiación irregular. El Financial Times decidió investigar más el caso, y planteó la hipótesis que la BES prestaba dinero a un banco en Panamá, que solo existía para poder comprar la deuda del Espírito Santo International. Se trataría entonces de una conspiración para prestar dinero ilegalmente a su propia filial. Además, el banco y su presidente están actualmente implicados en cinco casos de investigación en varios asuntos.
No es nada sorprendente ver tanta corrupción en un país en el que, desde que el gobierno actual se estableció, cuatro ministros dieron oficialmente su dimisión. Dos de estas dimisiones fueron provocadas por polémicas a propósito de corrupción y las dos otras por un desacuerdo con el gobierno, sobre todo cuando este último tuvo que ser reconstituido después de haber fracasado dos veces y que el país está ahora bajo la influencia de la Troika.