Crédito Laurène Perrussel-Morin
Quieren hacer del hombre alemán un hombre sexy a pesar de usar sandalias con calcetas, callarle la boca a Karl Lagerfeld y promover el German Swag. No se trata de dos jóvenes profesores de alemán enseñando por primera vez en la escuela secundaria, sino de Bertrand Boulbar y Sebastian Jung, quienes hicieron estas promesas en videos publicados en Youtube. Los dos músicos se unieron para formar Electric Morgen, un proyecto musical en idioma alemán, diez años después de su primer encuentro en Kreuzberg.
“Fue gracias al francés que nos acercamos”
Bertrand Boulbar se acuerda: "Estaba de viaje en Berlín cuando nos conocimos. Me di cuenta de que Sebastian hablaba francés. Como yo no hablo muy bien inglés, me sentía un poco aislado y él me ofreció ayuda. Fue gracias al francés que nos acercamos". Una década después, es en alemán que los dos amigos se reúnen. A Bertrand Boulbar, quien no domina la lengua de Goethe, le gusta explicar que "la lengua es como un instrumento". Y así es como la utiliza.
Su colega franco-alemán escribe las canciones. Nos cuenta: "Hicimos pruebas en francés e inglés, pero no funcionaba. Entonces elegimos el alemán, pero a veces Bertrand me decía: "esa palabra no es adecuada". Lo chistoso es que a veces él podía distinguir las palabras importantes y colocarlas en el mejor lugar". Eligen las letras de las canciones, ante todo, por su sonoridad: mezclan las expresiones entre ellas como en un collage, sin alterar el sentido de cada pedazo. El grupo eligió este método, que es una parte integrante de su concepto musical y reivindica su gusto por el riesgo.
“Escribir a la francesa pero en alemán”
Sebastian Jung afirma que su trabajo de letrista se inspira de ambas culturas: "Nuestra forma de escribir es a la francesa, pero en alemán”. Para el cantante, que dice inspirarse de músicos como Alain Bashung y Dominique A, la canción francesa es más abstracta que la alemana. El grupo favorece una forma de escribir "a la antigua", con términos poco usados en la vida cotidiana, lo cual puede sorprender al público alemán.
En Francia, no es la manera de escribir lo que sorprende, sino el hecho de cantar en alemán. El idioma alemán suele ser percibido como gutural, por lo que es raro que músicos decidan trabajar con él, tanto en Alemania como en Francia. La instauración de cuotas musicales provoca debates regularmente en Alemania. En Francia, el 40 % de los temas difundidos en la radio deben estar en francés y el alemán sigue siendo poco hablado y, por lo mismo, poco cantado. Bertrand Boulbar nos cuenta: "Nuestro uso del alemán fue una elección artística, pero en Francia esto es un caso único. Las discográficas francesas pusieron cara de sorpresa cuando les dijimos que decidimos cantar en alemán".
El 6b, una guarida berlinesa
Crédito Laurène Perrussel-Morin
Su EP saldrá a la venta dentro de unas semanas y los dos músicos, que trabajan desde los talleres del "6b" - un edificio de Saint-Denis que antes estaba ocupado ilegalmente - aún tienen miles de proyectos en mente. Bertrand Boulbar nos explica: "Conocimos a una artista que trabaja a unas puertas de aquí y que podría hacer un video a partir de una canción que le vamos a dar. La idea es usar el 6b como una puerta hacia otras disciplinas".
Tótems en el jardín, un espacio lleno de arena para realizar conciertos, grafitis en los muros de las escaleras... el 6b nos recuerda los Hausprojekten (“casas para proyectos”) que aparecieron en los edificios desocupados de Berlín después de la reunificación. Sus seis pisos albergan a artistas de todos los horizontes, con un pequeño aire de Berlín. Y unas cuantas notas alemanas que resuenan desde el segundo piso.